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La urna del ADN

250 personas consienten que se analice su código genético para aclarar el crimen de Eva Blanco

El hijo de 15 años de Ana Luz Suárez compartió muchas horas de juego en el parque con Eva Blanco. Ana, vecina de Algete, fue ayer la primera mujer que acudió a firmar, contra todo pronóstico, una autorización personal para hacerse voluntariamente una prueba de ADN y ayudar así a buscar al asesinato de Eva Blanco: "¿Quién me dice que el asesino no está por la calle y que al cabo de tres años me puede pasar a mí? Dejar mi autorización no cuesta nada, pero aunque costara...", aseveraba.Esta vecina fue la primera en sumarse a la causa, pero no la única. De hecho, la adhesión de mujeres a la campaña emprendida por la Comisión Eva Blanco -que ha editado y buzoneado 12.000 permisos- fue lo más llamativo del primer día de recogida de autorizaciones para colaborar a esclarecer este caso, y eso, a pesar de que sólo debían darse por aludidos los varones mayores de 16 años (unos 5.000). Al finalizar el día, la urna del ADN había reunido 250 consentimientos. A lo largo de toda la jornada el goteo de vecinos que acudió a la Casa de la Cultura de la localidad, el lugar donde están colocadas las urnas selladas en las que se depositan las autorizaciones, fue continuo.

El perfil de la participación masculina fue dispar. Por la mañana, la mayoría de los hombres que entregaron su autorización -el alcalde, varios concejales de la corporación y policías municipales de servicio, entre ellos- era de mediana edad; por la tarde, la presencia de jóvenes fue más acentuada. Los hubo que fueron con el mono de trabajo; otros, trajeados. Algunos eran abuelos; muchos, padres, y otros, solteros. Un hombre llegó con cuatro autorizaciones: la suya, la de su hijo y la de los novios de sus dos hijas; otro cerró el taller para acudir a la cita, y otro, incluso, se presentó con el DNI. No hacía falta.

La autorización pide el nombre, el NIF, el domicilio, un teléfono de contacto y firmar el siguiente texto: "Me comprometo a facilitar una muestra personal (pelo o saliva) para someterla a la prueba del ADN, en relacion a la investigación criminal del asesinato de la niña Eva Blanco, autorizando al Juzgado de Primera e Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz y a la Policía Judicial para que me requieran a tal efecto y puedan utilizar los datos que se obtengan única y exclusivamente para dicho fin, ofreciendo toda mi colaboración respecto a dicho asunto".

Manuel Blanco, padre de la niña violada y asesinada, contestó ayer a las críticas de los magistrados sobre esta iniciativa. "Ellos dicen que esto es una prueba para culpar o exculpar a personas y nosotros no vamos por ahí; vamos, solamente, a presentar a unos voluntarios para ayudar a la investigación. De todas formas, no entiendo cómo pueden decir lo que han dicho esos jueces si es que tienen hijos".

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