España y Francia abogan por dotar a la UE de una reducida estructura militar

España y Francia coinciden en la necesidad de dotar lo antes posible a la Unión Europea (UE) de una reducida estructura militar que le permita reaccionar ante crisis como la de Kosovo, según se puso de manifiesto ayer en los terceros encuentros estratégicos franco-españoles, inaugurados por el ministro de Defensa, Eduardo Serra. Dicha estructura se materializará en un Comité Político y de Seguridad, a nivel de embajadores; un Estado Mayor y un cuartel general, encargado de planear y conducir las operaciones militares.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha insistido en las últimas semanas en la necesidad de que España esté en el núcleo fundador de la Identidad Europea de Seguridad y Defensa (IESD) como ha estado en el de la moneda única.Lo cierto, sin embargo, es que España ha sido la gran ausente de las múltiples iniciativas bilaterales dirigidas a dotar a Europa de una capacidad militar autónoma de Estados Unidos que tuvieron su arranque en la declaración franco-británica de Saint-Malo (Francia), de diciembre de 1998, y su manifestación más reciente en la carta que el presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, hicieron pública con motivo de la cumbre de Tampere (Finlandia). Incluso el primer ministro italiano, Massimo D"Alema, se sumó al debate mediante una declaración con su homólogo británico, Tony Blair.

Quizá por ello el Gobierno español no ha detallado hasta ahora públicamente cuál es su posición en torno al diseño de la IESD, que, según los acuerdos de la cumbre de Colonia de junio pasado, debe culminar al final de la presidencia francesa de la UE, en diciembre del año 2000.

El ministro de Defensa, Eduardo Serra, el director de Seguridad y Desarme del Ministerio de Asuntos Exteriores, Manuel Cámara, y el director de Política de Defensa, Francisco Torrente, esbozaron ayer las líneas maestras de la posición española en los encuentros hispano-franceses organizados por el BBV.

Comité Político

España, explicaron, quiere que se constituya lo antes posible el Comité Político y de Seguridad (Cops), responsable de la dirección política y estratégica de la IESD. Los países de la UE estarán representandos en el mismo al máximo nivel, es decir, a través de embajadores permanentes, y su presidencia corresponderá al secretario general del Consejo Europeo y Mister Pesc, el español Javier Solana.

Por debajo del Cops, equivalente al Consejo Atlántico de la OTAN, se situará el Estado Mayor Militar, en el que estarán representados los jefes de Estado Mayor de la Defensa de la UE.

A un tercer nivel estará el cuartel general europeo, que será el "órgano emblemático" de la política europea de defensa y el responsable de planear y conducir las operaciones militares.

De Solana, que será nombrado en noviembre secretario general de la Unión Europea Occidental (UEO), dependerán también los organismos militares de dicha organización, el centro de satélites y el centro de situaciones de crisis, que debe acabar integrándose en la UE.

España y Francia coinciden en este diseño, aunque discrepan en algún extremo. España quiere que el cuartel general europeo sea plenamente multinacional, creándolo de nueva planta o reconvirtiendo el cuartel del Eurocuerpo. Francia aboga, en cambio, por aprovechar un cuartel nacional ya existente. Al ser Francia el único país importante de la UE que no está en la estructura militar de la OTAN, este planteamiento llevaría a que fuera un cuartel de origen francés.

Aún está por aclarar la relación entre la futura estructura militar europea y la cadena de mando de la OTAN. Dicha relación se realizará, en todo caso, al nivel del cuartel general europeo con el adjunto al comandante supremo de la OTAN, un puesto reservado a un general europeo.

Lo que no está previsto es institucionalizar las reuniones de ministros de Defensa europeos, como ayer reclamó Serra. Sólo serán llamados por sus homólogos de Exteriores cuando vayan a tratar temas militares en el Consejo de Asuntos Generales.

Ello se debe a que la IESD se limitará a las misiones de mantenimiento o imposición de la paz, pero no a la defensa colectiva, que "por un futuro bastante largo seguirá en manos de la OTAN", como recordó el presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso, Javier Rupérez.