De la Bolsa a la banca
Francisco Gonzalez forma parte de un grupo de empresarios afines a la filosofía liberal del Gobierno
Francisco González (FG) ha celebrado su 55º cumpleaños con la fusión de la entidad que preside desde hace tres años, cinco meses y tres días. Este gallego ejerciente de Chantada (Lugo), casado y con dos hijos, es un gran conocedor de la Bolsa. No en vano ha pilotado su propia sociedad de valores desde 1987, sociedad que, inevitablemente -como corresponde a un hombre hecho a sí mismo- bautizó con sus iniciales, FG Inversiones Bursátiles, de la que llegó a controlar el 75% del capital. A partir de 1990 fue vendiendo parte de sus acciones a inversores institucionales. Antes había trabajado en ITT y Nixdorf, donde descubrió que la informática no era su vocación.Como responsable de la agencia vivió el boom financiero de final de los ochenta, lo que le permitió amasar pingües beneficios, que se completaron con la venta de su participación a Merrill Lynch en febrero de 1996, en una operación en la que se embolsó cerca de 3.000 millones de pesetas, según cálculos del mercado.
Tan sólo tres meses después de esta operación fue llamado por el recién nombrado Gobierno del PP para hacerse cargo de una entidad que había sido ideada por el Gobierno socialista y puesta en marcha por Francisco Luzón. Sus detractores le acusaron de poco conocimiento del negocio bancario y de venir con un mandamiento bien definido por parte del Gobierno: acabar la privatización. A pesar de ello, se va a llegar a ser presidente de uno de los dos principales bancos españoles.
Aunque no era amigo de Rato y Aznar, Francisco González sí era una persona bien vista por la cúpula del PP, con la que coincide en la visión laboral del mundo de la economía y la empresa. Su amistad con Manuel Pizarro, actual presidente de las cajas de ahorro y asesor personal de Aznar, le ha permitido trabajar con alfombras en la presidencia de Argentaria.
Economista, corredor de comercio y agente de cambio y Bolsa, FG es un trabajador infatigable de jornadas maratonianas y continuo marcaje a sus colaboradores directos. FG es madrugador, le gusta desayunar churros. Es frugal en la comida y bebedor de agua y de zumos. Es desconfiado y, como buen banquero, mira el céntimo. Distante de trato, asume que la prensa debe existir, aunque a él no le apasione tratar con ella. La misma noche en que acababa de cerrar la alianza, él la negaba rotundamente.
Le gusta practicar, en vacaciones, el golf y el esquí, y siempre lleva en la cabeza los números del banco. Obsesivo con las reuniones y duro con sus colaboradores directos, este ejecutivo utiliza el método de la dirección piramidal y no está especialmente preocupado por formar equipos, hecho que choca con la cultura del BBV.
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