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Artillería pesada

Amaya Iríbar

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El hambre es un arma más en los conflictos modernos. Es la tesis del segundo informe Geopolítica del hambre, presentado ayer en Madrid por Acción contra el Hambre. De ser así, se trata de armamento pesado que apunta ya a 800 millones de personas en todo el mundo y mantiene en estado crítico a 30 millones de ellos. El que los conflictos sean cada vez más complejos sólo añade un reto más al ejército de ONG que se enfrentan a este problema."Quien tiene la comida tiene el poder", resumió el director general de esta ONG en España, Olivier Longué, para presentar un libro que analiza este tipo de crisis en 15 regiones -desde el Kosovo de la guerra, hasta la Centroamérica arrasada por el huracán Mitch o las más olvidadas de Sierra Leona o Angola- para concluir que el problema se agrava con el tiempo.Las 352 páginas del informe están basadas en la experiencia de los cooperantes de Acción contra el Hambre en países en vías de desarrollo. El hambre no está encerrada en esas fronteras, subrayó el director de opinión de EL PAÍS, Joaquín Estefanía, que ha colaborado en el informe y para quien se trata de un problema de desigualdades y por lo tanto global. En este sentido, es preocupante el proceso de concentración de la riqueza que viven los países desarrollados, subrayó.

Más información
800 millones de personas pasan hambre en el mundo, según los datos de la FAO

El reto está ahí, pero el estudio también perfila el camino para llegar a una solución: mejorar los mecanismos de distribución de la riqueza, prohibir los bloqueos económicos y la instrumentalización política del hambre en los tratados internacionales y, sobre todo, descartar que el hambre es tan sólo una fatalidad.

Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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