La búsqueda será más fácil

La derogación de las normas que amparan la inscripción de hijos de madre desconocida facilitará la búsqueda de la madre cuando, por azares de la vida, el hijo no haya convivido con ella durante la infancia. Al figurar la identidad de la madre biológica en el Registro Civil, ya no será preciso esperar a que un golpe de suerte la proporcione decenas de años después del nacimiento.Así ocurrió en 1996 en Pamplona cuando, gracias al robo de dos libros del antiguo orfanato Sor Isabel, ubicado en el hospital de Navarra, una mano anónima puso a disposición de medio centenar de huérfanos una serie de datos que figuraban en dichos libros, entre ellos la identidad de las madres biológicas.

Uno de aquellos huérfanos, Dionisio Loperena Arano, nacido en 1948, buscó a su madre biológica a partir de aquellos datos -que no figuraban en el Registro Civil, pero sí en el orfanato- y pudo cumplir el sueño de su vida: encontrarla y abrazarla. Coincidió que el encuentro se produjo cuando sus padres celebraban sus 45 años de matrimonio, del que Dionisio era un fruto anticipado, concebido durante el noviazgo de los cónyuges.

Los padres de aquel hijo de madre desconocida le recibieron como "un hijo más" y los tres hijos matrimoniales como "nuestro hermano".

Fuentes de la Fiscalía, que propusieron al Supremo la decisión derogatoria finalmente tomada, señalaron a este periódico que a finales del siglo XX y dada la certeza científica del ADN para casos de duda, no deben producirse situaciones anacrónicas como la del orfanato de Navarra. En evitación de las mismas, algunos jueces del Registro Civil vienen negando a la madre la posibilidad de ocultar su identidad.