De la corrupción
En estos primeros días de octubre estamos asistiendo a una polémica con motivo del anuncio del partido socialista de retirar del Ente Público Radiotelevisión a sus consejeros, debido, según este partido, a la utilización interesada y abusiva de dichos medios por parte del PP. La respuesta del PP, por boca de su portavoz, Rafael Hernando, no ha sido la de rechazar una acusación tan grave en el caso de que sea falsa o la de proponer algún remedio en el caso de que sea fundada, sino la de justificar esa práctica, pero, además, de la forma más injustificable entre personas que se suponen adultas y honestas: con una acusación del mismo calibre o más contra el partido socialista. Lo que a este modesto lector le espanta es que no muchas semanas atrás, el presidente del Gobierno, señor Aznar, en el congreso del PP en Valencia, anunciase a bombo y platillo que la corrupción en España había terminado. A la vista de estos acontecimientos, y al margen de la gratuidad de la acusación que ha lanzado Rafael Hernando, pues se basa, según él, en una denuncia anónima hecha hace casi cuatro años, uno se pregunta qué entiende el señor Aznar por acabar con la corrupción. Si no sale al paso de todo esto, lo que está claro es que el señor Aznar entiende por corrupción sólo la de los otros partidos, especialmente la del socialista, nunca la del suyo.- . .
