Un país de centro y clase media
Cataluña es un país donde la mayoría de la población se sitúa, en lo que a ingresos se refiere, dentro de la clase media. La búsqueda del centro político en la que se afanan los dos dirigentes con posibilidades reales de presidir el Gobierno catalán (Jordi Pujol y Pasqual Maragall) queda perfectamente justificada por el gráfico de ingresos medios por habitante: el 90% de la población se halla en la zona media. Si, como afirman algunos políticos de corte clásico, hay una relación directa entre situación económica e ideología política, el centro es la característica esencial, hoy, de la población catalana.En comparación con el conjunto de España, destaca en Cataluña la ausencia de personas con ingresos por debajo del nivel 4. Más aún, en este nivel sólo caen dos poblaciones catalanas cuyos habitantes suman exactamente 1.010 personas. En porcentaje, apenas el 0,02% sobre el total. En España, la mitad de la población se engloba en los cinco menores niveles de ingresos. En Cataluña, no llega al 1%.
Pero la descompensación total que se produce en esta zona no hace que se disparen las cifras de la otra banda del espectro. Es decir: no hay apenas pobres (estadísticamente hablando), pero tampoco hay una notable cantidad de ricos.
La acumulación se produce exclusivamente en la zona media de la tabla, o sea, en el centro, dicho en términos de posición política. Cataluña no es, tampoco, la zona geográfica en la que se detectan mayor número de ricos y de pobres. Por provincias, la más deprimida es Badajoz, en la que el 48% de la población se halla en los niveles 1 y 2 de ingresos. El área más rica es la que corresponde a las islas Baleares: el 100% de la población insular se halla englobada en los niveles 6 a 8 de ingresos medios.
Estas cifras se parecen enormemente a las de la provincia de Barcelona, donde no aparecen poblaciones con ingresos medios situados en los niveles 9 y 10. En la circunscripción de Tarragona, la totalidad de la población se halla en los niveles 5 (15%), 6 (80%) y 7. Las medias de ingresos altos se registran sólo en Girona y en Lleida.
En Madrid también se registran cifras similares: la totalidad de la población se halla en los niveles que van del 5 al 8. La comunidad con mayor porcentaje de población de ricos es Navarra.
Las estadísticas describen bien la bonanza económica que hoy vive Cataluña, con porcentajes de desempleo netamente inferiores a los del conjunto de España. El país ha salido de la crisis industrial y camina hacia una nueva configuración donde las empresas de transformación y los servicios absorben la mano de obra que pierde la industria tradicional. La demanda de mano de obra crece y, con ella, la llegada de inmigrantes, que no siempre reciben un trato exquisito. Sigue habiendo, sin embargo, bolsas de miseria, ocultas tras las estadísticas, pero visibles en un cierto neochabolismo que se produce en los márgenes de las grandes ciudades, en los semáforos donde se colocan un día y otro y otro improvisados lavacoches y vendedores de pañuelos de papel.
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