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ELECCIONES CATALANAS

Maragall recibe el apoyo de Blair en su carrera a la presidencia de la Generalitat

Enric Company

Entre la tercera vía de Tony Blair y el discurso político de Pasqual Maragall hay muchos puntos de contacto y el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat estuvo ayer en Bournemouth, en la convención anual del Partido Laborista, para ponerlo de manifiesto. Se dio un apretón de manos con el primer ministro británico que duró lo suficiente como para que Blair deseara suerte a Maragall en su duelo electoral con Jordi Pujol. Aunque para poco más, porque se produjo en uno de los caóticos entreactos de la convención.

El candidato socialista intervino después en una de las conferencias coloquio que se celebran en la convención para explicar sus ideas y su experiencia acerca de la diplomacia de segundo nivel, la que pueden desarrollar instituciones no estatales -como los municipios- allí donde los gobiernos y los Estados no consiguen resolver los conflictos. Con Maragall, los oradores eran el ministro británico de Asuntos Exteriores, Robin Cook, y el liberal Paddy Ashdown.Maragall rebatió la calificación que Pujol le da como "recién llegado a la política en favor de la familia". Después de oír la encendida defensa que Blair hizo de su política social, incluida la apuesta por la educación, una familia fuerte y la igualdad de oportunidades, dijo: "La política de Jordi Pujol en materia de familia ha sido un desastre", y agregó que, desde luego, no tiene nada que ver con la que aplica Blair.

"Pujol habla de una familia que ya no es la que existe, tradicional; la elogia y no hace lo que debiera para ayudar a resolver efectivamente los problemas reales de la familia actual", dijo el candidato socialista. Puso como ejemplo paradigmático del erróneo enfoque que Pujol ha dado a su política familiar el hecho de que en 19 años de gobierno, Convergència i Unió (CiU) haya desdeñado construir guarderías pese a la exigencia social existente en esta materia. Justo lo contrario de lo que se ufana de haber hecho él cuando era alcalde de Barcelona.

Lo significativo de este asunto ahora es, según Maragall, que Pujol ha pretendido durante dos décadas reforzar esa concepción clásica de la familia según la cual la abuela se ocupa de los niños y la madre de los abuelos. "La política familiar que yo defiendo consiste en prestar atención domiciliaria a la tercera edad para que la madre pueda trabajar y la de crear guarderías para que la mujer que trabaja pueda tener hijos, si quiere".

La relación entre Blair y Maragall proviene de la época en que estando los laboristas en la oposición, adoptaron el modelo municipal de Barcelona para cambiar la organización municipal de Londres. Luego Maragall tomó de Blair la idea de "devolución" a los niveles inferiores de gobierno de poderes que están en manos de la Administración central. Esa idea encaja con el modelo que Maragall propone instaurar en la Administración autonómica catalana: recibir del Estado las competencias para diseñar políticas y dar desde el Gobierno catalán a la Administración local la capacidad para gestionarlas.

Sobre los últimos encontronazos verbales entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el de la Generalitat, Jordi Pujol, Maragall comentó que ambos habían pactado con anterioridad "pelearse civilizadamente". El pasado lunes, Aznar acusó a CiU de practicar un victimismo continuo tanto en materia de autogobierno como de financiación para la Generalitat. Problema de incomprensión

En parecidos términos a los de Maragall se pronunció ayer el número dos de la candidatura del PSC-Ciutadans pel Canvi, Joaquim Nadal. El candidato dijo que tan sólo se trataba de acusaciones "cordiales" y que, pese a los reproches que se dirigen mutuamente Aznar y Pujol, entre ambos dirigentes "existe una cordialidad en sus discrepancias que expresa que, en el fondo, se necesitan".

Desde la coalición nacionalista la visión es completamente diferente. Nada de victimismo, el problema es sencillamente de incomprensión. Artur Mas, número dos de la candidatura de CiU por Barcelona y virtual sucesor de Pujol, manifestó que el verdadero problema es que ni el Partido Popular ni José María Aznar entienden a Cataluña y a los catalanes, razón por la cual pueden afirmar que "Cataluña ya ha tenido bastante".

Más cautos se mostraron Pujol y el líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida. Ambos rechazaron las declaraciones de Aznar y añadieron que lo único que hace CiU es defender los intereses de los catalanes. El presidente, incluso, se mostró sorprendido e irónico: "Estoy seguro de que no se refiere a Cataluña, ya que ningún otro país de Europa tiene un déficit fiscal como el de Cataluña, que es una exageración".

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