Albahari describe en 'El anzuelo' el drama de un exiliado yugoslavo

"Es un viaje por la historia de los Balcanes, un texto sobre el oficio del narrador y un relato sobre el exilio. No es un ensayo político, tampoco un libro de ficción, es la reflexión y la revalorización de la historia reciente de la zona más explosiva de Europa, y una de las más explosivas del mundo". Así es como definió Mariano Aguirre, director del Centro de Investigaciones para la Paz, el libro El anzuelo (Debate), del autor yugoslavo David Albahari —galardonado en 1982 con el Premio Ivo Andric—, exiliado en Canadá, y ayer ausente en la presentación de su libro en Madrid.

El anzuelo, mitad autobiografía y mitad ficción, narra la historia de un exiliado que, al huir de los Balcanes, lo único que se lleva son unas cintas grabadas por su madre, judía como él. En ellas cuenta los conflictos que han devastado su país en los últimos 50 años. Una mujer que ha perdido todo, a sus seres más queridos y su hogar. Y que, pese a ello, se niega a mirar hacia un pasado cargado de odio y crueldad.

"Es la voz de la memoria, quizá el único trozo de patria que les queda a los yugoslavos. A través de esta mujer, el autor cuenta cómo se vive cuando hemos perdido el hilo de nuestras referencias", explicó Teresa Aranguren, enviada especial en Belgrado de Telemadrid durante el conflicto de los Balcanes.

Alfonso Guerra, otro de los presentadores del libro, contó cómo recibió un manuscrito de la novela por parte de un emigrante kosovar. "Me cautivó desde la primera página. Me interesó por su valor intelectual, literario y, sobre todo, por la petición de entendimiento que nos llega de un autor desconcertado", dijo. Para Guerra, el conflicto de los Balcanes es el resultado de circunstancias históricas y geográficas comprobables, que arrancan desde el Imperio austrohúngaro y otomano. "Los Balcanes siguen siendo el polvorín de Occidente, pero los temores de que vuelvan a ser el polvorín de Europa pertenecen más a la arqueología del pasado y a la ciencia-ficción que al futuro. El sueño tan eslavo de Milosevic ya tuvo dos fracasos, Y cuando me pregunto qué le da la fuerza a Milosevic, mi respuesta es la tradición, el autoritarismo, y quizá también una cierta pereza mental", indicó Guerra.