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Las mujeres consiguen sus primeros puestos de pesca en la Albufera

400 pescadores boicotearon el sorteo

Las mujeres de la pedanía de El Palmar, en Valencia, lograron ayer una significativa victoria en su lucha contra la discriminación sexual. Por primera vez rompieron la tradición masculina y tomaron parte en el sorteo de puestos de pesca en el lago de la Albufera. Pero el sorteo tuvo que organizarlo el Ayuntamiento ante la negativa de la Comunidad de Pescadores, cuyos 400 socios se negaron a inscribirse.

La presencia de las mujeres no fue testimonial: acapararon 43 de los 90 caladeros que se sorteaban. Dentro de pocos días echarán los aparejos de pesca al lago jóvenes de 19 años como María José Estevens y mujeres de 61 como Antonia Bru. "Estamos emocionadas porque estamos viviendo algo que teníamos prohibido por ser mujeres", afirmó Antonia durante el sorteo.La participación femenina en el sorteo de ayer es la culminación de una larga batalla judicial que iniciaron hace un lustro cinco vecinas de El Palmar para lograr que las mujeres tuvieran derecho a faenar en el lago. Una vieja tradición de esta isla de la Albufera impedía a las mujeres y a sus descendientes heredar el derecho a pescar. A menos que se casaran con un pescador.

Estas mujeres lograron que la Audiencia de Valencia ordenara a la comunidad que las admitiera y cambiara las normas que atentan contra el precepto constitucional que prohíbe la discriminación por razón de sexo. Aunque la sentencia fue recurrida ante el Tribunal Supremo, la Audiencia ordenó su ejecución provisional antes del verano.

Ante esta situación, los pescadores decidieron suspender el tradicional sorteo de puestos de pesca, que se celebraba a principios de julio. Alegaron la necesidad de efectuar un paro biológico por la escasez de anguilas.

Para evitar que las mujeres se quedaran sin pescar en octubre, al inicio de la temporada, el Ayuntamiento (propietario del lago) aprobó en pleno conminar a la comunidad a celebrar el sorteo antes del 5 de septiembre. En caso contrario, lo organizaría el Consistorio. Como los pescadores incumplieron el ultimátum, el Ayuntamiento asumió la organización. Los 400 miembros de la comunidad rehusaron participar y estudian querellarse contra el Consitorio por "usurpación de funciones".

163 inscritos

Pero se inscribieron 163 descendientes de pescadores: las mujeres y los hombres que les apoyan. 90 de ellos se repartieron ayer los caladeros y el resto practicarán la pesca ambulante. Antes del sorteo, el teniente de alcalde, Alfonso Grau, anunció que la Audiencia ha rechazado un recurso de los pescadores, que pedían la suspensión del acto.

Con todo, el derecho a pescar no contenta a las demandantes. Exigen ingresar en la comunidad, como ordena la sentencia. La Audiencia ha aceptado su petición y enviará en breve un requerimiento a la comunidad para advertirle que si no las acepta cometerá un delito de desobediencia.

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