El rey de Marruecos toma las riendas de la crisis del Sáhara Occidental

La decisión tomada por el rey Mohamed VI de Marruecos de crear una comisión real encargada de los asuntos del Sáhara y compuesta de "personalidades militares y civiles y representantes de la poblacion saharaui" ha tenido un gran impacto entre la clase política marroquí. La noticia, que ha sido ampliamente difundida, permite abrir al diálogo y buscar una solución definitiva a un conflicto que dura un cuarto de siglo y que enfrenta al Frente Polisario con el Reino de Marruecos, que se disputan la soberanía del territorio de la excolonia española.El portavoz oficial del monarca alauí, Hassan Aurid, que leyó el comunicado de palacio, rehusó realizar comentario alguno y se limitó a transmitir la decisión real. La prudencia con la que Mohamed VI conduce la cuestión del Sáhara indica la relevancia interna que tiene para Marruecos, así como la implicación de todos los actores de la vida política e institucional marroquí. La gestión del conflicto ha sido llevada en todos estos años casi en exclusiva por el Ministerio del Interior, cuyo titular, Dris Basri, sólo departía con el rey Hassan II. En los dos últimos años, sin embargo, el difunto rey se hizo eco de las quejas que tanto los militares como representantes de las tribus que habitan en el territorio le hicieron llegar, y encargó al ministro de Asuntos Islámicos reunir en su casa de Rabat a una veintena de personalidades saharauis para que "hablasen abiertamente del problema" sin la presencia de ningún miembro del Ministerio del Interior.

Si bien no se conoce la composición de esta comisión real para asuntos del Sáhara, su creación supone un recorte fundamental en las prerrogativas de que gozaba el todopoderoso ministro del Interior.

Entre la clase política se va abriendo paso una mayor "comprensión" del "separatismo" como fenómeno de rechazo a la represión policial de inicios de los setenta en el territorio del Sáhara, aunque la defensa de la integridad territorial siga gozando de apoyo cuasi unánime.