El Gobierno de Estados Unidos pide la condena del grupo Microsoft en la última sesión del juicio
El juicio por prácticas monopolistas contra la empresa Microsoft terminó ayer su vista oral en Washington con una petición expresa por parte del Gobierno de EE UU para que el grupo de Bill Gates sea condenado. En la presentación de los argumentos finales, el Departamento de Justicia acusó a Microsoft de actuar como un "monopolio vigilante", obsesionado con la aparición de nuevos competidores a los que desea "aplastar", consciente de que ese comportamiento perjudica a los usuarios. La representación de Microsoft reiteró que sus prácticas empresariales son agresivas pero legales y achacó al Gobierno una falta de conocimiento del mundo tecnológico.
La presentación de las conclusiones de cada una de las partes pone fin a una larga vista oral en el que los cambios en el mundo de la informática han dejado obsoletas algunas de las acusaciones iniciales.El Gobierno de EEUU y los fiscales de 19 Estados demandaron a Microsoft por prácticas monopolistas al detectar comportamientos empresariales ilegales en sus actuaciones contra Netscape, la empresa que comercializa el navegador de Internet que competía con el de Gates.
Dominar el mercado
En el tiempo que ha durado el juicio, el navegador Explorer de Microsoft se ha extendido hasta dominar por completo ese mercado, al tiempo que la compañía Netscape ha sido absorbida por America OnLine, un proveedor de Internet.
La jornada de ayer fue la última en la que los abogados acusadores y defensores se enfrentaban ante el juez que lleva el caso, Thomas Penfield Jackson. El sistema judicial permite al magistrado emitir una primera sentencia dentro de algunas semanas; después se aceptan las alegaciones de las partes y se pronuncia la sentencia definitiva, que a su vez puede ser recurrida.
Completado el proceso, pueden pasar años antes de que la decisión final -que corresponde al Tribunal Supremo- sea firme. Para entonces, el mundo de la informática guardará pocas semejanzas con su formato actual.
Los abogados del Gobierno volvieron a poner sobre la mesa decenas de correos electrónicos y documentos internos recabados durante el juicio para tratar de demostrar que Microsoft se ha comportado sin piedad para proteger su dominio en el mercado de los sistemas operativos y, más grave aún, para extenderlo al sector de los navegadores de Internet. Ese es el origen del juicio: la decisión de Microsoft de "regalar" su navegador de Internet Explorer junto con el sistema operativo Windows.
David Boies, el abogado del Gobierno, aseguró que no existe "ningún ejemplo legal en el que una compañía haya hecho lo que ha hecho Microsoft: usar su poder para aplastar a potenciales competidores, impedirles que crezcan". Stephen Houk, el portavoz de los abogados de los 19 estados que también forman parte de la acusación, explicó al juez que el "dominio inquebrantable" de la compañía de Bill Gates "ha costado a los consumidores incalculables millones de dólares, posiblemente cientos de millones". Terminó su exposición con esta frase: "Todo el mundo sabe, incluido Microsoft, que estamos hablando de un monopolio".
Acusaciones de la defensa
Los abogados de Microsoft, por su parte, acusaron al Gobierno de no entender en absoluto qué esta pasando en la industria de la alta tecnología. Según han subrayado, las acciones de Gates -que acaba de destinar 1.000 millones de dólares para becas a estudiantes de pocos recursos de las minorías estadounidenses, incluidos los hispanos- están destinadas a hacer frente a la cerrada competencia.
La clave de estas argumentaciones estaba en el comportamiento del juez; sus comentarios durante la vista oral -incluso sus gestos- han mostrado cierta simpatía hacia la postura de la acusación. Sin embargo el magistrado se mostró intencionadamente silencioso en la última jornada del juicio.
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