El Papa exige que la Iglesia alemana no dé certificados a las embarazadas

El Vaticano ha rechazado contundentemente el compromiso de los obispos alemanes sobre el aborto, obligando de hecho a la Iglesia católica a retirarse de los centros de consejo, en una carta publicada ayer por el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung. La Santa Sede ha dado una "respuesta negativa" al compromiso planteado por los obispos, que va en contra de las intenciones del Papa, según la carta.Los obispos decidieron en junio pasado añadir la mención "no puede ser utilizado para proceder a un aborto despenalizado" en los certificados proporcionados por sus centros de consejo, para cumplir los deseos del Papa de dejar clara la oposición a la implicación, incluso indirecta, de la Iglesia en el proceso de interrupción voluntaria del embarazo. "Es imposible que la Iglesia se mantenga en los consejos si las autoridades ignoran de hecho la mención" suplementaria incluida en los documentos expedidos por los centros católicos, afirma la carta del Vaticano.

Los obispos alemanes, reunidos en conferencia, se enfrentan, pues, a un problema serio: mantener su decisión de junio, que el Papa descalifica ahora, o marcharse de la red estatal de consultorios, perdiendo así influencia y financiación pública. La decisión la tienen que tomar los obispos antes del viernes, cuando se clausure el plenario de la Conferencia Episcopal de Alemania.

Lehmann, reelegido

El prelado de Maguncia, Karl Lehman, fue reeligido ayer presidente de esta Conferencia Episcopal para un nuevo mandato de seis años y por abrumadora mayoría. Su canditatura había sido cuestionada hasta el último momento por los sectores conservadores de la Iglesia alemana frente al aborto, porque Lehmann fue quien defendió con mayor empeño la solución del pasado junio sobre ese polémico asunto. Parecía, por tanto, que la nueva requisitoria papal minaba sus posibilidades de reelección. No ha sido así, pero el prelado de Maguncia se enfrenta en lo que resta de semana a una difícil tarea: la de hacer obedecer al Papa en un asunto en el que no está de acuerdo, y convencer a sus partidarios.