Los paramilitares piden que la ex colonia se divida en dos

El jefe de las milicias proindonesias Aitarak (Espino), Eurico Guterres, dijo ayer desafiante que sus hombres se enfrentarán a la fuerza de paz de Naciones Unidas si éstas pretenden expulsarlos de Timor Oriental. En declaraciones a la agencia oficial Antara, el jefe de estos paramilitares afirmó en Dili que "este general australiano está muy equivocado si cree que va a expulsar a las milicias nada más llegar a Timor Oriental". Responsable de los ataques que han arrasado la capital y provocado millares de muertos, el responsable de Aitarak defiende que la excolonia portuguesa debe dividirse en dos partes, una independentista y otra indonesia. "No voy a crear más problemas, pero propondré que se fijen los límites del territorio que estará bajo mi mando", dijo Eurico Guterres, de 30 años, quien ya había adelantado que Naciones Unidas deberían iniciar un nuevo proceso para respetar los deseos del 21,5% de los timorenses que votaron a favor de la integración en Indonesia.

"Nadie puede obligarme a vivir en un Timor Oriental independiente, ni tampoco forzarme a aceptar a los seguidores independentistas en mi territorio, por eso hay que definir los límites", añadió.

El comandante general de las milicias de Timor Oriental, Hermínio da Silva, ha afirmado que, desde el anuncio de los resultados del referéndum, el pasado día 4, los grupos paramilitares han actuado por su cuenta. En un intento por exculparse, Da Silva advirtió de las reacciones que puede provocar una persecución contra los paramilitares: "¿Van a detenernos y acusarnos de asesinos? Los muchachos están con mucho miedo. Ahora hay una campaña para acusarnos de los ataques contra los refugiados timorenses y se está difundiendo que las tropas de la ONU van a llegar para fusilar a los proindonesios, cortarles la cabeza, arrancarles el sexo y sacarles el corazón".