Acerca del señor Monipodio
Vacas locas en Inglaterra en 1998, pollos envenenados en Bélgica en 1999, y quién sabe qué cerdos rabiosos y otras criaturas trastornadas en cualquier punto de la UE en el año cero del "nuevo milenio": ¿de qué se trata en el fondo? Es fácil decir que hay que reforzar los controles y hacer leyes más estrictas. Desgraciadamente, para esta visión de la realidad controlada por decreto gubernamental, tales controles y leyes no pueden garantizar que no se repitan una y otra vez las mismas escenas de pánico internacional en las carnicerías. De otra manera, la prohibición de "la droga" habría conseguido hace tiempo su fin anunciado de "eliminarla" (por cierto, ¿fue la intención de esta prohibición realmente la anunciada, o fue la de crear un gran mercado de drogas ilegales?).Evidentemente, analizar este asunto en detalle exige algo más que las 30 líneas de una carta al director. Pero unos aspectos se pueden esbozar con unas preguntas más. ¿Es racional que en pocos puntos concretos y en condiciones de masificación industrial se produzca carne para toda la UE (incluso para un solo país entero), sujeta siempre a la alta posibilidad de deterioros venenosos y otros problemas de calidad, tanto en el transporte como en la producción? ¿No son estos escándalos ejemplares pequeños de ciertos problemas que acarrea la alabada, y hasta adorada globalización (más bien monopolización) económica? Ilustración, los más recientes asuntos Coca-Cola y Budweiser. Diariamente se consumen más de 100 millones de botellas de coca-cola: ¿qué significaría introducirse en gran parte de la red de producción una sustancia venenosa o trastornadora? ¿O es que lo que ya ha pasado no es de gravedad suficiente para hacer sonar la alarma?- .
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