Tavernier: "No me avergüenzo de mis filmes, los hice en libertad"

"No me avergüenzo de ninguno de mis filmes porque los hice con total libertad, luchando por ellos". El realizador francés Bertrand Tavernier se sinceró ayer consigo mismo y con su audiencia más fiel y reconoció que pisaría el mismo sendero por el que ha caminado durante años. "Volvería a rodar mis películas", dijo, "porque lo que transmiten, su moral y su significación política encierran mi compromiso personal". Tavernier, una figura que concita como pocas la unanimidad de crítica y público, ejerció ayer, antes de tiempo, de presidente del jurado oficial de la 47ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Le acompañaban en la mesa el productor español Gerardo Herrero, la escritora y guionista mexicana Laura Esquivel, la directora belga Marion Hänsel y el productor Mark Shivas. Faltaban por llegar la actriz italiana Anna Galiena y el director serbio Dusan Makavejev. El miedo y la humildad reinaron ayer en la presentación del jurado que decidirá el ganador de la Concha de Oro de San Sebastián. Tavernier, autor de La muerte en directo o Todo empieza hoy, confesó su temor "al terrible látigo de críticos y cinéfilos", aunque se encargó, eso sí, de advertir que "la visión del público no es siempre la correcta". Homenaje Lo dice un cineasta cuya trayectoria está considerada como una de las más coherentes de los últimos años; el mismo que cree que San Sebastián "tiene las mejores retrospectivas de todos los festivales europeos" y que asiste emocionado a la que el certamen donostiarra le dedica a él este año. "Es bastante intimidatorio tener una retrospectiva; es como si uno hubiese muerto y le hacen un homenaje". Tavernier vive el cine como pocos; ayer desveló que asiste cada día a las proyecciones de dos películas; además de director, es un cinéfilo empedernido.

Le tocará juzgar la obra del director norteamericano Mike Figgis, miembro del jurado cuando Tavernier competía con Capitán Connan, cuya falta de premios fue muy sonada. Tavernier no tiene intención de tomarse la revancha, simplemente de premiar las mejores películas. Aspiran, como dijo Herrero, a ser honestos; todos, desde la pasión.