El Ayuntamiento abre la vía a la venta de subsuelo en dos barrios sevillanos, pese a la objeción de la Junta

Los planes especiales de protección de Los Humeros y Macarena, en el conjunto histórico de Sevilla, introducen la posibilidad de gestionar de forma privada el subsuelo y modificar su naturaleza de dominio público a bien patrimonial. Este criterio, aplicado ya por el anterior gobierno local (PP-PA) en el Prado de San Sebastián y Alcosa, abre la vía a la venta de subsuelo, aun cuando la superficie sea de naturaleza pública. La Consejería de Obras Públicas y Transporte alega, en un informe, que dicha división horizontal del dominio público no está amparada por el Plan General de Ordenación Urbana "y no cabría establecerla mediante este plan especial".

Las objeciones de la Consejería de Obras Públicas se recogen en un informe, que no tiene carácter vinculante, emitido por la comisión provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Sevilla. La resolución repite las advertencias que ya formuló la Consejería de Obras Públicas ante casos precedentes, como los de Alcosa y el Prado de San Sebastián, los primeros donde se aprobó la división horizontal del dominio público -antes indivisible- de forma que el plano superior sobre rasante es de dominio público y la superficie bajo rasante destinada a aparcamiento sea gestionada con carácter privado como bien patrimonial. La diferencia entre la naturaleza de dominio públio o patrimonial de un bien es sustancial. En el primer caso no puede venderse, mientras que el segundo define a una propiedad de una Administración que puede pasar a manos privadas por decisión política si se opta por la privatización y venta. El gerente de Urbanismo, Eduardo Martínez de Zúñiga, aseguró que los planes especiales de Los Humeros y Macarena no cambian la naturaleza del subsuelo y sólo abren la posibilidad a la modificación en las ordenanzas. En cualquier caso, definió las objeciones como "disquisiciones" que carecen de poder vinculante. El informe de Obras Públicas también pone en entredicho los contenidos de estos planes por carecer de "un análisis profundo de las necesidades de dotación de aparcamientos" y considera una "contradicción" el permitir que se produzca "sin control alguno la subdivisión de viviendas". La comisión de ordenación del territorio alerta que esta falta de control puede "frustrar" el objetivo "proteccionista" del plan al generar "una densificación para la que no están preparados los centros históricos". La Gerencia de Urbanismo, sin embargo, ha incorporado las correcciones exigidas por la Consejería de Cultura, cuyo informe es vinculante. Los planes, que serán debatidos en el próximo pleno, fueron aprobados por el consejo de la Gerencia de Urbanismo con los votos a favor del gobierno (PSOE-PA) y el PP. Sólo Izquierda Unida votó en contra de los mismos por introducir la división horizontal del suelo. El delegado de Urbanismo, Rafael Carmona, pretende finalizar la redacción de los planes especiales del casco histórico en dos años. De los 27 totales, la Dirección General de Bienes Culturales sólo ha aprobado siete. Algunos, como el de Triana, están pendientes de una resolución judicial que resuelva las diferencias entre el Ayuntamiento y la Consejería de Cultura. "Nuestra voluntad es que se conserve el casco histórico al mismo tiempo que se hace más habitable", indicó Carmona. El consejo de la Gerencia de Urbanismo también aprobó ayer la cesión de una parcela de unos 5.000 metros cuadrados a la Junta de Andalucía para la construcción de viviendas sociales, que irían destinadas a las familias residentes en el núcleo chabolista de Los Perdigones. En relación con la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, el delegado de Urbanismo explicó que está manteniendo reuniones con todos los colectivos afectados para "hacer una revisión con el mayor consenso posible". Una vez finalizados estos encuentros se creará la comisión técnica de la revisión del PGOU.