_
_
_
_
_

Un banquero suizo, hombre clave en la trama internacional de la corrupción rusa

Bruce Rappaport, embajador de Antigua en Moscú, en el punto de mira de la justicia

El empresario español Felipe Turover, testigo clave en las investigaciones sobre la corrupción de altos funcionarios rusos en Suiza, asegura que hay un punto de contacto entre este caso y el escándalo del blanqueo de dinero que se investiga en EE UU. Y no descarta que ese vínculo sea Bruce Rappaport, banquero suizo que tiene importantes relaciones con el Bank of New York (BNY). Rappaport, dueño del banco Inter Maritime, era al tiempo uno de los principales accionistas del BNY en la década pasada y controlaba cerca del 8% de las acciones del banco, que equivalían a millones de dólares.

Más información
"El poder de la cleptocracia se acaba"

Gracias a ello, Rappaport tenía buenas relaciones con los ejecutivos del Bank of New York, lo que explica que consiguiera que éste comprara una gran parte de las acciones de su propio banco. Para 1992, el BNY ya tenía cerca del 28% del banco de Rappaport, que pasó a llamarse Bank of New York-Inter Maritime (BNY-IM). Pues bien, sucede que Rappaport tenía excelentes contactos en los círculos bancarios rusos y el Bank of New York usó, en 1994, durante un corto periodo de tiempo, el BNY-IM para hacer negocios en Rusia. Más aún, se dice que los norteamericanos están investigando también las actividades que Peter Berlin y Konstantín Kagalovski, maridos de altas funcionarias del Bank of New York, habrían tenido con Rappaport y/o su banco.

Rappaport es otra de las figuras algo misteriosas que tienen negocios oscuros y que, según diversas informaciones, estarían conectadas con la mafia rusa.

Nacido en Haifa, Israel, hace 76 años, Rappaport ha hecho negocios, desde Ginebra, en una serie de países de África, Asia y América. En este último continente son especialmente conocidas sus actividades en la isla de Antigua, donde tiene fuertes intereses e importantes relaciones bancarias e incluso políticas. El Gobierno de Antigua le garantizó durante un tiempo una posición casi monopolista en el mercado petrolero. El paraíso fiscal de Antigua es famoso, entre otras cosas, por ser un importante centro de lavado de dinero ruso.

Por cierto, Rappaport es embajador de Antigua y Barbuda ante Rusia, aunque en Moscú no hay sede diplomática de ese país caribeño. En el Ministerio de Exteriores ruso confirmaron a este corresponsal el cargo de Rappaport y precisaron que presentó sus cartas credenciales en Moscú en mayo del año pasado, pero actúa como embajador desde Ginebra.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Rappaport ha estado en diversas ocasiones en el punto de mira de la Justicia. Una de las últimas veces fue en 1997, cuando en EE UU trató de recobrar fondos que, según el Gobierno norteamericano, provenían de venta de drogas y habían sido depositados en el BNY-IM en Antigua. El caso no está cerrado, ya que el Gobierno de EE UU ha apelado la decisión de un juez federal que alegó carecer de jurisdicción.

Benex, la principal firma implicada en el presunto blanqueo de dinero a través del Bank of New York, también movió dinero por medio del banco de Rappaport. Por si esto fuera poco, hay un hilo que une también a Rappaport, en su calidad de presidente de Soviet Intershipbuilders, con Dimitri de Faria de Castro, que a su vez está unido a Runicom, la empresa controlada por Román Abramóvich, de quien se dice que es el tesorero privado del presidente ruso Borís Yeltsin y de sus hijas Tatiana y Yelena.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_