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Entrevista:FELIPE TUROVER - TESTIGO EN EL ESCÁNDALO QUE SALPICA AL KREMLIN

"El poder de la cleptocracia se acaba"

El empresario español Felipe Turover -nacido en Rusia hace 35 años y de origen judío sefardita- ha desempeñado un papel clave en el desencadenamiento del escándalo de corrupción que ha salpicado al Kremlin. Contactado por EL PAÍS por teléfono en Zurich, adonde Turover llegó esta semana, después de haber pasado unos días en Moscú, y después de que la comunicación se cortara misteriosamente una decena de veces, la entrevista se reanudó por la noche y desde un teléfono más fiable. Turover niega las acusaciones en su contra y presagia el pronto fin del actual régimen ruso. Pregunta. ¿Es verdad que dio los números de 32 cuentas bancarias en Suiza pertenecientes a 23 funcionarios rusos?

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Respuesta. Bueno, digamos que más o menos 32.

P. ¿Cómo se enteró de su existencia?

R. Trabajé con el banco del Gottardo en una área muy precisa, de recuperación de deudas de la ex Unión Soviética a empresas europeas. Formamos un club de acreedores del cual yo era covicepresidente. Nunca me ocupé de la cartera de los clientes del banco, pero sí tenía informaciones valiosas debido a las indiscreciones de algunos directivos. Concretamente, de Franco Fenini, a quien le gustaba mostrar su importancia .

P. ¿Ha denunciado que Fenini le extorsionaba?

R. Sí, denuncié a Fenini por extorsión y apropiación indebida de fondos míos. Fenini fue encarcelado unos meses y ahora está en libertad en espera del juicio.

P. ¿De cuánto dinero está hablando?

R. Es un secreto de la instrucción, pero puedo decir que es una cifra de seis ceros. La verdad es que no sé si es interesante hablar de mi caso personal, que no tiene relación con los grandes casos que lleva la fiscalía.

P. Sí, pero eso fue el detonante...

R. No, no. Precisamente ésa es una grandísima equivocación de algunos diarios que relacionaron mi denuncia y los grandes casos de Mabetex o Andava-Aeroflot. No es así. Cuando registraron la oficina de Fenini, que era funcionario del banco del Gottardo y después se pasó a Mabetex, encontraron documentos que tenían que ver con los grandes casos, porque era él quien llevaba todas las cuentas de esa firma. Yo sólo denuncié el delito cometido con mis cuentas.

P. Si Fenini le extorsionó cuando trabajaba en el banco, significa que sucedió hace muchos años, porque él fue despedido en 1995. ¿Por qué se demoró tanto en presentar la denuncia?

R. Por dos motivos. Uno, estábamos buscando una solución extrajudicial con el banco. Dos, las continuas amenazas contra mi persona por parte de amigos poderosos de Fenini.

P. ¿Cuáles son sus relaciones con Yuri Skurátov?

R. Tengo relaciones con él como fiscal general de un país. No soy su amigo, pero le tengo simpatía por haber sido sucia e ilegalmente suspendido de sus funciones. Y por ser la primera persona en la historia de la nueva Rusia que empezó a luchar contra la corrupción.

P. ¿Qué hay de las acusaciones de estafa en su contra?

R. Hay una mujer de una vida bastante triste, a la que se le suicidó el marido. Pues bien, un día esta mujer llamó al embajador de México y le pidió dinero para dar un soborno con el fin de obtener la libertad de su hija, que estaba en la cárcel. El embajador, mi amigo, sabía que yo conocía el mundo de la justicia rusa, y me pidió que le recomendara a alguien que la pudiera ayudar. Después de un tiempo, la mujer llamó al embajador y le dijo que yo le había pedido no sé cuántos dólares, que me los dio para pasárselos al procurador, que no se hizo nada y que por eso él debe devolverle ese dinero. Después la tía comenzó a llamarme con el mismo cuento. Eso sucedió en el invierno y esa estúpida hizo la denuncia en julio. La lógica te dice que si te hacen un mal así, corres a la policía a denunciarlo inmediatamente, no esperas medio año.

P. Usted esperó más con Fenini.

R. No, yo no esperé, yo estaba en negociaciones; son cosas absolutamente distintas. Y lo denuncié a la dirección del banco, por eso lo echaron. A otra mujer me la presentaron explicándome que querían hacer un concurso Miss Judía y nos invitaron para una probable patrocinio. Todo bien hasta que vi la denuncia . Ambas denuncias iban acompañadas de una carta de Vladímir Putin, entonces jefe del Servicio Federal de Seguridad (SFS), al ministro del Interior. Es muy extraño que el jefe del SFS se preocupe de casos que debe llevar la policía del distrito.

P. ¿No tiene miedo de relacionar a Putin, que ahora es primer ministro y el candidato de Yeltsin a presidente, con este caso?

R. Nunca tengo miedo de decir la verdad. No lo conecto, simplemente estoy describiendo los hechos, que me parecen extraños. En cuanto a que es candidato de Yeltsin, pobrecito, pues significa su muerte política. Lo siento por él. Este poder de la cleptocracia en Rusia está por terminar. No hace falta esperar mucho.

P. ¿Cree que los funcionarios rusos presuntamente involucrados en corrupción serán juzgados, que se investigará a fondo?

R. Espero que sí. Porque la justicia tiene que triunfar algún día. Si no, mi pobre país está condenado a la disolución, la revolución o la guerra civil.

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