Dos actrices favoritas de Hitchcock acudirán al Festival de San Sebastián

Ambas fueron musas de Alfred Hitchcock, alcanzaron la cumbre profesional bajo su sombra y hoy le devuelven su gratitud. Tippi Hedren -madre de Melanie Griffith- y Eva Marie Saint asistirán al maratón con el que el Festival de Cine de San Sebastián rendirá homenaje al maestro del suspense. Su presencia confiere expectación a un certamen que pasará la primera proyección de Crimen perfecto en 3-D y acogerá al actor y director italiano Alberto Sordi.

Si alguien dudaba de la dosis de glamour de la 47ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que se celebrará entre el 16 y el 25 de septiembre, tiene en Hedren y Saint una de las respuestas más explícitas. Ambas forman parte, junto a Grace Kelly y Kim Novak, del cuarteto de actrices míticas que encarnaron los deseos más ocultos de Alfred Hitchcock; traspasaron las pantallas con esa sabia combinación de frialdad, inteligencia y sensualidad que les dio la fama. Su presencia en el certamen supone un aderezo de excepción para un ciclo que ya de por sí encierra más de un atractivo. Lo desveló ayer el director del festival, Diego Galán, durante la presentación oficial de esta cita cinematográfica que el pasado año acogió a 150.000 espectadores. El público asistirá el 24 de septiembre a un encuentro mágico con Grace Kelly en pantalla gigante; será la primera vez -desde su estreno- que se proyecte la histórica cinta Crimen perfecto en tres dimensiones. También se pasarán Vértigo y Con la muerte en los talones. Esta película supuso la consagración definitiva de Eva Marie Saint, una actriz que brilló desde el inicio de su carrera; ganó un Oscar por su debút en La ley del silencio, de Elia Kazan, junto a Marlon Brando.

Hedren también tendrá su lugar de honor en San Sebastián. Presentará el día 17 en el Teatro Principal la proyección de Los pájaros, un filme que Hitchcock construyó pensando en ella. El maestro del suspense la descubrió en los anuncios publicitarios de televisión y se propuso hacer de ella una nueva Grace Kelly. Hedren trabajó para él en Marnie, la ladrona. Fue su segunda y última colaboración. Dicen que Hitchcock cayó enamorado y rompió todos los lazos profesionales cuando sufrió el rechazo de su "rubia ideal".

El Festival de Cine de San Sebastián, que pasará 190 cintas en sus diferentes secciones, estará salpicado de grandes nombres. Vanessa Redgrave, Anjelica Huston y Fernando Fernán-Gómez recalarán en la capital guipuzcoana para recoger el Premio Donostia. Pero a estas figuras ya anunciadas hay que sumar la presencia del actor y director Alberto Sordi, el cómico italiano por excelencia que alcanzó definitivamente el estrellato cuando Fellini le eligió como protagonista de El jeque blanco. El festival rendirá homenaje a este actor que irrumpió en el mundo del espectáculo de una forma inverosímil. Con 13 años ganó el concurso en el que se buscaba una voz para doblar a Oliver Hardy. Este trampolín empujó irremediablemente su carrera hacia el cine y la televisión. El ciclo El boom a la italiana pasará una decena de películas en las que participa como actor o como director.

19 filmes a concurso

La presencia de Sordi en San Sebastián supone una de las últimas novedades de la 47 edición del Festival de Cine, que proyectará en su sección oficial 19 títulos de 15 países. El concurso, que arrancará con Mumford, película del cineasta estadounidense Lawrence Kasdan, supone, según Galán, un escaparate "de los caminos por los que se mueve el cine de nuestros días". Hay una evidente apuesta por la calidad en una programación que suma a las películas ya anunciadas el concurso de A map of the world, de Scott Elliot. La cinta está protagonizada por Sigourney Weaver y David Strathairn, el actor fetiche de John Sayles, al que el festival dedicó un ciclo hace unos años. La organización anunció ayer la competición de Soft Fruit, de Christina Andreef, y se reserva un filme sorpresa.Esta combinación de cine y glamour constituye una de las señas de identidad de un festival que se enfrenta a uno los retos más importantes de su trayectoria: el cambio de sede del Teatro Victoria Eugenia al Kursaal.