Una actriz a la que no le importa salir fea en una película
En la Mostra de Venecia no escasean las estrellas, y la ausencia de la pareja Nicole Kidman-Tom Cruise fue llenada ayer por otros dos rostros populares: John Malkovich y Cameron Díaz. Cada uno a su estilo, Malkovich derrochando humor e ironía, y Díaz, cautivando con mirada risueña y sus espectaculares carcajadas, los dos conquistaron a los periodistas que llenaron la sala de prensa. Ambos forman parte del reparto de la película anglo-norteamericana Ser John Malkovich. Un filme en el que la bella Cameron aparece convertida en una vulgarísima esposa, empleada de unos almacenes, sin el menor toque de glamour y con su belleza semioculta tras un horrendo peinado.Ser John Malkovich es un filme cuando menos provocador, hasta el punto de que su inspirador, John Malkovich, que no escatimó elogios a la cinta, reconoció que ha sido una sorpresa para él que se filmara. "Es divertida, provocadora, y muy entretenida", dijo.
El título puede dar lugar a equívocos, pero Ser John Malkovich, dirigida por Spike Jonze, no es un documental más o menos introspectivo sobre la persona del actor de Amistades peligrosas, sino un filme de creación. La película cuenta la historia de un artista de marionetas (John Cusack), amargado por una existencia sin estímulos, (pese a estar casado con Cameron Díaz), que encuentra por azar una puerta secreta que le conduce no a una nueva dimensión, sino a otra identidad, la de John Malkovich.
Malkovich, que se presentó trajeado como un ejecutivo, estuvo divertido e irónico a la hora de juzgar una película cuando menos extravagante y a su director, del que elogió su moderación verbal, muy británica. Reconoció que a él no le tienta entrar en el cerebro de otra persona. "Mi cerebro ya es bastante complicado, la verdad, como para desear entrar en otro. En todo caso, me ha tentado, a veces, el de mis hijos", explicó, flanqueado por una Cameron Díaz que lucía una melena castaña.
Fuera de concurso
Spike Jonze, un conocido director de vídeos musicales en EEUU, desembarca por primera vez en Venecia con Ser John Malkovich, y en la tribuna de la sala de prensa dejó constancia de su satisfacción por haber sido invitado al certamen, aunque, obviamente, fuera de concurso. La máxima expectación la provocó Malkovich, que fue recibido en la sala de prensa con una intensa salva de aplausos. Los admiradores de Cameron Díaz le dedicaron también una calurosa ovación. Deslumbrante con su nuevo tinte de pelo, Díaz era la imagen misma de la felicidad, riendo desaforadamente a cada comentario. Todo provocaba la hilaridad de la actriz, que se deshizo en elogios del director, Jonze, y se confesó encantada de la película, en la que interpreta a una esposa obsesionada con su trabajo de dependienta. Aunque Ser John Malkovich no sea un éxito de taquilla, Díaz no tendría motivos para lamentarlo porque, después de todo, "lo he pasado genial en el rodaje".
Babelia
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