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La pareja de actores alaba la inteligencia del director

Una persona extraordinaria, con una inteligencia excepcional y un fino sentido del humor, y al mismo tiempo sencilla y de trato afable. Éste fue en síntesis el retrato de Stanley Kubrick realizado ayer en Venecia por la pareja protagonista de su último filme, Eyes wide shut, Tom Cruise y Nicole Kidman. Guapos, altos (al menos ella), ricos y famosos, los dos actores, matrimonio en la vida real, demostraron también una extraordinaria generosidad a la hora de conceder elogios al director de cine fallecido hace unos pocos meses en Inglaterra. Nicole Kidman, blanquísima de piel y con aspecto atlético, pareció llevar la voz cantante en la rueda de prensa que celebraron ambos actores horas antes de la ceremonia inaugural de la 56ª Mostra del Cine de Venecia.Junto a Cruise y Kidman, en la sala de prensa del hotel Excelsior, tomó asiento el productor ejecutivo de Eyes wide shut, Jan Harlan, que intervino lo imprescindible para capear las escasísimas preguntas incómodas que los entusiastas periodistas dirigieron a la pareja. Por ejemplo, ¿cómo habían encajado el escaso entusiasmo que ha despertado en el público el filme en América? Aquí, Cruise, de musculosos brazos y tez bronceada, se quedó un poco azorado. "Las películas de Stanley tienen una vida que va más allá del estreno, o sea, que yo no me preocuparía por eso. De hecho, no nos preocupa". Nicole Kidman respondió más hábilmente. "En realidad, lo más fascinante, lo más emocionante para mí es que la película suscita interés. Yo no había hecho nunca un filme que provocara reacciones tan diversas. La gente no para de preguntarme qué significa esto o lo otro. Cuando la mayoría de las películas no despiertan ninguna curiosidad".

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Pornografía

Kidman y Cruise negaron rotundamente que tenga ningún fundamento la acusación más o menos velada de que Eyes wide shut es un filme pornográfico. "No", dijo la actriz australiana, que lucía unas diminutas gafas de montura oscura, "es una película que trata de sexo, pero también de otras muchas cosas". "No trata de sexo", atajó Cruise, "yo diría que aborda las relaciones humanas en toda su complejidad".

Por último intervino Jan Harlan para dejar claro que el filme no es otra cosa que un "cuento moral". El productor ejecutivo reconoció que la escena de la orgía había sido manipulada añadiendo una serie de figuras con ordenador para evitar que fuera incluida entre las películas X. "A Kubrick, cuando lo rodamos, le pareció que no sería necesario, que estaba claro que no se trataba de una secuencia pornográfica. Pero se equivocaba".

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