Bruselas se olvida de los bosques mediterráneos

Los grupos ecologistas, cada vez que un incendio salta a las primeras páginas de los periódicos, repiten su lamento: la falta de trabajos forestales (poda, limpieza, apertura de cortafuegos) en los montes andaluces hace más fácil que la primera chispa prenda. "Todas las medidas preventivas del mundo no evitarán que haya riesgo de fuego", tercia Juan María Cornejo, quien admite que la inversión forestal "siempre ha sido deficitaria". Las dimensiones de la superficie que el Infoca debe vigilar (4,5 millones de hectáreas en Andalucía), contrastan con la cortedad de los presupuestos destinados a la protección de los bosques. La Junta de Andalucía ha incrementado este año en un 17% los fondos (23.000 millones) que destina a la lucha contra los incendio y a labores de selvicultura. Pero, en realidad, los bosques andaluces recibirán mucho menos dinero que el que habían previsto los responsables de la Consejería de Medio Ambiente. El grifo de Bruselas, abierto en tantas ocasiones, lleva dos años obturado y no deja pasar euros para inversión forestal. La Junta contaba con recibir de la Unión Europea 32.620 millones de pesetas entre 1995 y 1999, dentro del programa de protección de la cubierta vegetal. Los dos primeros años se aprobaron proyectos, con un valor de 12.000 millones de pesetas, con cargo al fondo de cohesión. Sin embargo, en 1997, el grifo se cortó. 20.000 millones parados La Junta y el Gobierno central se enzarzaron en un nuevo enfrentamiento burocrático: el nuevo Ministerio de Medio Ambiente, creado por el PP, mantenía que esos proyectos no podían asignarse al fondo de cohesión, sino que debían cargarse al presupuesto comunitario de política agraria. El Ministerio se amparó en la doctrina imperante entre los países de la Unión Europea, que considera los trabajos forestales dentro de las actividades agrarias. "Los bosques del norte de Europa, son eminentemente madereros, tienen una rentabilidad económica", explica el director general de Gestión del Medio Natural, quien defiende la necesidad de aumentar las inversiones en los bosques mediterráneos. "Son los mayores reductos de biodiversidad", argumenta. La creación de una Mesa Forestal (que agrupó a los ayuntamientos rurales perjudicados por la reducción de jornales en los bosques) y la presión del Gobierno andaluz (amparado en una iniciativa aprobada por el Parlamento andaluz) llevó al Ejecutivo central a comprometerse a presentar en Bruselas proyectos por valor de 9.600 millones. "Hasta ahora sólo sabemos que se van a presentar dos proyectos que suman 2.700 millones por el programa Interreg 2", asegura Cornejo. Del resto, que debe asignar el Gobierno central al fondo de cohesión antes de diciembre, no hay noticia.