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CAMBIOS EN LAS RELACIONES AMERICANAS

El exilio cubano maniobra para impedir la visita del rey Juan Carlos a Washington

Helms, irritado por el 'caso Sol-Meliá' y la presencia del Rey en la cumbre de La Habana

La posible aplicación de sanciones por parte del Gobierno de Estados Unidos al grupo hotelero español Sol-Meliá pesa como una sombra tormentosa sobre la próxima visita de Estado del rey Juan Carlos a Washington. Estados Unidos y España tienen casi ultimados los planes para que don Juan Carlos efectúe, los próximos días 8 y 9 de noviembre, su primera visita de Estado a la capital norteamericana bajo la presidencia de Bill Clinton. Pero el caso Sol-Meliá y el desplazamiento del Rey a Cuba con motivo de la próxima cumbre iberoamericana complican la cita.

El poderoso lobby (grupo de presión) cubano, el segundo más influyente en Washington tras el judío, realiza estos días una intensa campaña para que la mayoría republicana del Congreso siga presionando al Departamento de Estado para que sancione a Sol-Meliá por sus inversiones hoteleras en Cuba. Según las fuentes del Departamento de Estado consultadas por EL PAÍS, este organismo, equivalente al Ministerio de Exteriores, mantiene el caso "en fase de estudio". La diplomacia estadounidense es consciente de que la aplicación de sanciones -consistentes en prohibición de visitas a EE UU de directivos de Sol-Meliá y sus familiares- abriría una guerra diplomática con España y el conjunto de la Unión Europea.De estallar esa guerra antes de noviembre, la visita a Washington de don Juan Carlos y doña Sofía no tendría el horizonte de cielo despejado que desean los monarcas españoles y sus anfitriones, Bill y Hillary Clinton, reconocen las fuentes del Departamento de Estado. Según los preparativos en curso, los jefes de Estado de los dos países y sus esposas participarían en una cena de gala en la Casa Blanca, con presencia de destacadas personalidades de ambos países. Don Juan Carlos también podría dirigirse al Congreso, como hizo en su histórica visita de 1976.

Los reyes de España y los Clinton, que sostienen excelentes relaciones personales, han fijado noviembre como fecha del encuentro, para evitar que éste se produzca durante el año electoral norteamericano. Pero los azares del calendario han hecho que la planeada visita a la capital de EE UU se produzca el mismo mes que la cumbre iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno a celebrar en La Habana, a la que el Rey piensa asistir. El previsto desplazamiento de don Juan Carlos a la Cuba de Fidel Castro, el primero de un monarca español a la isla, provoca una tremenda irritación en el poderoso exilio de Miami. Numerosas personalidades y grupos cubanos de Miami llevan meses haciendo campaña para solicitar el boicoteo de los productos españoles.

Año electoral

El ala radical del exilio ha encontrado en el caso Sol-Meliá una palanca para "castigar" a España, señalan dirigentes de la oposición moderada a Castro. Y, en vísperas de un año electoral, en el que los políticos de EE UU estarán muy necesitados de los fondos y los votos de los cubanoamericanos, sus argumentos encuentran eco en la colina del Capitolio, la sede del Congreso en Washington.Las presiones del senador republicano Jesse Helms, presidente del comité de Relaciones Exteriores del Senado, forzaron al Departamento de Estado a abrir, el mes pasado, una investigación sobre Sol-Meliá. Al grupo hotelero español, que gestiona 12 hoteles en Cuba y no tiene ninguno en EE UU, podría aplicársele el título cuarto de la ley Helms-Burton, que niega la entrada a EEUU a los directivos de las empresas denunciadas y sus familiares. La ley Helms-Burton, firmada por Clinton en 1996, pretende imponer a todo el mundo la prohibición de invertir en propiedades confiscadas por el régimen de Fidel Castro a ciudadanos de Estados Unidos.

La Unión Europea considera ilegal esa ley por su extraterritorialidad. Tras duras negociaciones con Washington, la UE renunció a denunciar la Helms-Burton ante la Organización Mundial de Comercio siempre y cuando no sea aplicada a empresas europeas.

Clinton, según fuentes del Departamento de Estado, siempre se ha sentido incómodo con la ley Helms-Burton, que se vio obligado a firmar tras el derribo por parte de Cuba de avionetas del grupo de exiliados Hermanos al Rescate. Clinton ha declarado esta semana que está dispuesto a sondear la posibilidad de suavizar el embargo norteamericano a Cuba en materia de alimentos y medicinas, tal como se lo ha pedido un grupo de senadores demócratas que visitó recientemente Cuba. De inmediato, protestaron el senador Jesse Helms y el congresista Dan Burton, autores republicanos de la discutida ley, y sus correligionarios de origen cubano, los congresistas Lincoln Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen.

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