Un libro para Getxo
JOSU BILBAO FULLAONDO Los foto-libros de pueblos y ciudades son herramientas que cumplen sus objetivos. Difunden la imagen (generalmente positiva) de una localidad, la dan a conocer más allá de sus límites, buscan atraer visitantes, clientes para una oferta del sector servicios, incluso, potenciar nuevas inversiones y proyectos. Son carta de visita de prestigio y solvencia institucional. Un proyecto de esta índole, para el municipio de Getxo, es el que se trae entre manos Konrado Mugerza (Eibar, 1955) junto con el resto del equipo Donibane: Pedro Zarrabeitia y Marieli Zorriqueta. Un grupo preocupado por la fotografía que unió sus esfuerzos el día San Juan de 1989, de ahí su nombre en euskera. Sobre Konrado recae la doble función de realizar parte de las fotos y escribir algunos trazos descriptivos del prólogo. Licenciado en Ciencias Biológicas, aprendió fotografía con su padre. El abuelo también fue un gran aficionado y realizó numerosas fotografías aéreas. El nieto, los primeros contactos con la cámara los tuvo en el monte. Posteriormente, su interés le llevó a tomar contacto con el grupo Irudi Taldea en Algorta. Fue con ellos con los que renovó sus criterios plásticos. Hoy hace un planteamiento artístico de la fotografía, no sólo documental. Una foto conceptual sobre la que vierte su pensamiento, sus pasiones y busca plasmar situaciones anímicas. Así, en su pequeño catalogo de Autorretratos, resultado de una de sus exposiciones, su imagen diluida, a veces en la sombra y otras en el reflejo de un cristal, se confunde con el resto de los planos. Conforma una sensación de irrealidad, con visos de preocupación interna a la búsqueda de un yo recóndito. Fotos rotas en su concepto ortodoxo que buscan un significado. Para el libro las tomas son más funcionales. Vuelven a una figuración de la que quisieron huir y se dejan tratar por tecnología cibernética. Fue en Laguardia donde se fraguó la idea que el Ayuntamiento se prestó a financiar y pretende salir de la imprenta para el otoño. La naturaleza, el mar, lo rural y lo urbano; envuelto todo ello por los aspectos sociales y culturales más relevantes, son líneas que vertebran el contenido del libro de Getxo. Luego se añaden los textos y un diseño de impacto. Es un trabajo para la ocasión, resuelto con garantía, alejado de planteamientos estéticos que no encajen bien con una distribución masiva. Todo en color. Fotografías documentales para un pueblo que bien merece este homenaje. No pueden faltar las fiestas de San Ignacio ni las del puerto. Tiendas, bares, flores y fauna. Un recorrido ameno y colorista por las playas de Arrigunaga, Ereaga y Kantarepe, sin olvidar las de Aitzgorri y la Salvaje donde puede practicarse el nudismo. El paseo del Abra y sus veleros dejan ver al fondo la carga y descarga de los grandes barcos. Incluso, el Puente Colgante asentado en Las Arenas. De la frontera con Leioa surge el popular barrio de Romo con el orgullo de sus gentes. Sin duda, el golf en la Galea y las huertas de Santa María. Un chequeo detallado, repleto de cariño, surgido de la mirada y pulso firme de unos autores que se han visto obligados a confrontar las dos caras de la fotografía. Ésa que parece irreal y, sin embargo, es perfectamente objetiva. Enigmática al profano, cargada de datos poco palpables, ofrece a quien sabe descifrarla sensaciones irrefutables. La otra es familiar a cada uno. La encontramos a diario en periódicos y revistas. La de aficionados y fotoperiodistas. Especializadas en mostrar la vida pública y privada, acontecimientos del mundo que nos envuelve. Prestas también a fines comerciales y establecer un escenario que promueva consumo y propaganda. Ahora fundidos con coraje ambos lados de la moneda, se nos ofrece en una evidente simbiosis de estilos un resultado magnífico. Un libro hecho por encargo, sin embargo, repleto de premisas estéticas con estilo propio, que sabe contar y expresar las esencias de un municipio como Getxo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El ‘Gran Hermano’ más corto de la historia lo ganó una de Jerez, y se fue a quemar Madrid
Última hora de la actualidad política, en directo | PSOE y Sumar abordan este viernes la crisis de gobierno
Un nuevo asentamiento arraiga en una plaza tras el desalojo del B9: “¿De verdad pensaban que íbamos a desaparecer?"
El Banco de Francia mejora sus previsiones de crecimiento pese a la incertidumbre sobre el presupuesto
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”




























































