Halffter destaca en un curso que Bach nunca será objeto de consumo
Cristóbal Halffter, compositor y miembro de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando, afirmó ayer que Juan Sebatián Bach, era "un adelantado a su tiempo", que eludió "la vulgaridad que le rodeaba" y se empecinó en "dibujar utopías" con su música. Halffter, que dirige el curso La influencia de Juan Sebastián Bach en los compositores del siglo XX, que organiza la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial, ha querido adelantarse un año a la celebración del 250º aniversario de la muerte del compositor barroco."Bach nunca podrá ser un objeto de consumo, una efigie con la que vender camisetas", dice Halffter, que busca demostrar "la permanencia de su creación en la forma de pensar del hombre contemporáneo". Esta máxima también centró la ponencia del compositor Antón García Abril para quien la figura de Bach es de una "inmensidad abrumadora". El compositor quiso glosar su intervención con el análisis pormenorizado de la obra Pasión según san Mateo apostillando que "los llamados autores modernos, al renegar de pilares como Bach, hacen una música mermada de posibilidades".
Espacio y tiempo
Para Halftter, las obras de Bach han logrado traspasar "el tiempo y el espacio". "Su capacidad imaginativa fue inigualable", añadió el compositor leonés. "Escribía para unos instrumentos incapaces de reproducir aquellas notas, para unos intérpretes con un grado de formación aún mayor que el actual, para un público que tenía una capacidad de recepción escasa... ¿Bach componía para otro mundo o ése era el mundo que quería construir?", se preguntó el autor de Odradek. Por eso, Halffter opina que Bach "está hoy más presente que nunca" y disiente un tanto de aquellos artistas y musicólogos que apuestan por una forma de interpretación de Bach purista. "Yo no creo en dogmatismos. Es casi imposible saber cómo se tocaba en 1730, aunque seguro que peor. Por eso, no me equivocaría al decir que, si Bach viviera en nuestros días y tuviera que elegir entre un cuarteto de cuerda y la Filarmónica de Berlín dirigida por Karajan, optaría por la segunda sin lugar a dudas", explicó el compositor.Halffter también aprovechó la ocasión para denunciar a algunos autores dodecafónicos que, por otro lado, "huyen de la tradición" y que, a su juicio, están "deshumanizando el arte". "Bach no es una religión, pero sí una forma de instalarse en nuestro tiempo y de ser seres humanos", sentenció. Antón García Abril cogió el testigo de esta afirmación y comentó que "la gran aportación" del compositor dieciochesco a la música, el contrapunto, es "en nuestros días utilizado por autores tan pretendidamente modernos que ni siquiera saben que hacen contrapunto, que renegarían de su música si les dijeran que eso que hacen data de tres siglos atrás... Y lo cierto es que sin su deuda bachtiana no harían más que un boceto lineal sin valía alguna".
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