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Reportaje:

La generación equina de la "T"

Mikel Ormazabal

La generación equina de la letra T educada en la Yeguada militar Lore-Toki sale a subasta pública con un precio mínimo de salida de 500.000 pesetas. Ocho esculturales potros de la raza pura sangre inglés, que pertenecen al patrimonio del Estado, pasarán en breve a manos privadas. Una vez curtidos en el pesebre castrense, estos cotizados ejemplares hípicos encontrarán hospedaje en las cuadras donde se instruirán en el arte del galope, pues su instinto les conducirá a correr carreras de caballos, por muy en declive que esté actualmente la industria del turf nacional. La Yeguada militar Lore-Toki, en el barrio donostiarra de Recalde, es el único lugar de España donde actualmente se subastan yearlings (potros) pura sangre. El próximo 14 de agosto, siguiendo una costumbre ininterrumpida desde 1943, se sacarán a la venta estos ocho ejemplares nacidos entre enero y mayo del año pasado. Para establecer una comparación en la subasta que se celebrará en Deauville (Francia) a mediados de agosto, el catálogo de ejemplares lo forman 565 potros. La delicada situación que padece el hipódromo español ha producido un efecto dominó que también repercute negativamente en la cría del pura sangre. En 1996 fue la última vez que la Asociación de criadores de pura sangre inglés celebró su tradicional subasta en el recinto hípico de La Zarzuela, en Madrid. Desde entonces, sólo Lore-Toki mantiene esta tradición. En 1943, en la primera subasta, se pagaron 17.000 pesetas por cada una de las potras Fedora, Farruca y Fuenterrabia. El precio más alto jamás pagado fue por Cantata, que subió hasta los tres millones de pesetas. Hace dos años Ran Ran, que después ha triunfado en al pista llegó a 2.300.000 pesetas. Los yearlings que no se venden en la subasta engrosan la cuadra de carreras. Este año le llega el turno a la quinta de la T , cuyo mejor exponente es Tambor de oro, un potro castaño con indudable pedigrí y un patrimonio genético envidiable, apunta el comandante Enrique Marcello, responsable de la cría y remonta de la yeguada donostiarra. Con él harán el paseíllo previo a la puja Toccato, Tremp, Tawang, Toscano, Thor Star, Triska y Truque. De siempre, el bautismo caballar en las explotaciones militares españolas se realiza de acuerdo con el abecedario, con el fin de conocer la edad del caballo. Estos potros, cinco machos y dos hembras, han superado un duro periodo de selección, pues al tercer día de salir del vientre de sus madres ya se van al prado. Nada más nacer se les coloca la cabezada de cuadra, a los tres meses se les corrigen los aplomos y a los seis meses se les desteta y retira de su madre. Después, duermen siempre a la intemperie para fortalecer su físico y al cumplir un año se les enseña a caminar. La Yeguada Lore-Toki atiende a unas 100 cabezas de enero a junio, época en la que propietarios privados dejan en estancia a sus yeguas para la cubrición, que cuesta 30.000 pesetas al mes.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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