El proyecto de Constitución del presidente apuesta por una economía planificada
Los constituyentes recibirán el borrador de Carta Magna que Chávez quiere ver aprobada
El presidente Hugo Chávez reveló el miércoles, en un discurso público, que ya tiene listo un borrador de Constitución, sin esperar a que se reúna la Asamblea Constituyente, elegida el domingo pasado, y que, a partir del martes, decidirá el futuro político de Venezuela. Al menos cuatro de los artículos de ese texto, a los que ha tenido acceso EL PAÍS, esbozan un modelo económico alejado del comúnmente en vigor en América Latina, exceptuando a Cuba. El artículo 160 comienza: "La economía nacional en la República de Venezuela es una economía planificada".
El anteproyecto de Constitución elaborado por Chávez y su entorno será entregado a los constituyentes el primer día que se reúna la Asamblea, y cuenta con muchas posibilidades de salir adelante, dada la mayoría aplastante lograda por los seguidores del presidente, 120 escaños sobre 131, tras una campaña agresiva en la que prometieron acabar con los fundamentos del régimen en el que durante 40 años se repartieron el poder socialdemócratas y democristianos. El cambio político y económico que se avecina en Venezuela, a tenor del borrador de Constitución, es radical. El artículo 160, tras afirmar que la economía nacional será "planificada", continúa: "El Estado elabora y ejecuta el plan de desarrollo de la economía nacional, conjuntamente con los trabajadores y empresarios honestos, responsables y productivos que participan en el proceso del desarrollo de las fuerzas productivas nacionales, de manera que se asegure un correcto equilibrio entre la acumulación y el consumo". En última instancia, será la Asamblea, soberana por ley, la que decida si aprueba o no el borrador de Chávez, y las fuentes políticas oficiales consultadas confían en que la presión de los inversores extranjeros logre frenar sus aspectos más radicales. "Jurista chapucero" "El lobo asoma el hocico", afirma Jorge Olavarría, antiguo asesor de Chávez y ex miembro del Consejo Constitucional Presidencial, que luego rompió con el presidente y es uno de los únicos cuatro candidatos opositores que el domingo lograron entrar en la Constituyente. "El texto tiene el inconfundible estilo de jurista chapucero", afirma Olavarría, quien considera que el presidente busca con su proyecto asentar un "populismo en el que cualquier disparate se justifica con un referéndum, que aspira sempiternamente a ganar". A pesar de la terminología estatista de parte del borrador presidencial, el proyecto contempla también el libre mercado, en sintonía con la mezcolanza ideológica de que ha hecho gala la coalición Polo Patriótico, que apoya a Chávez, y en la que predominan sindicalistas, políticos de izquierda radical y populistas militares, cuyo único aglutinador ha sido apartar del poder a los partidos tradicionales, Acción Democrática, socialdemócrata, y Copei, democristiano, acusados de corrupción y de llevar al país a la ruina durante las cuatro décadas que se alternaron en el poder en este país, tercer exportador mundial de petróleo. En esta mezcla de economía dirigida y libre mercado, el artículo 162 establece: "El Estado asume y dirige toda la actividad económica, orientada a satisfacer el mercado garante de la soberanía vital de la República, promueve la libre competencia y garantiza la pulcritud de la competencia en el libre mercado. En tal virtud, queda terminantemente prohibida la usura, la indebida elevación de los precios y todo tipo de maniobras que atenten contra la pulcritud de la libre competencia, el abastecimiento vital de la República y el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales". Para dar credibilidad a estas disposiciones, el artículo 163 determina: "Se considera traidor a la patria al venezolano que incurra en alguna de estas prácticas o que, generando recursos en el país, no reinvierta sus ganancias en el territorio nacional para favorecer el desarrollo de las fuerzas productivas". Más allá del cambio radical en el modelo económico, el proyecto de Chávez consagra la reelección presidencial inmediata, según las fuentes consultadas. En Venezuela, el presidente saliente no puede presentarse a la reelección, pero sí está autorizado a hacerlo pasado un tiempo. El borrador propone también cambiar de nombre al país, que pasaría a llamarse República Bolivariana de Venezuela, en consonancia con la definición que hace Chávez de su revolución, en honor a Simón Bolívar, El Libertador, que salvó a la patria del yugo de los españoles.
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