El sueño de un geólogo

La nave automática Lunar Prospector, la primera misión enviada por la NASA a la Luna en un cuarto de siglo, ha estado un año y medio en órbita polar tomando allí datos geológicos. Ha permitido hacer el primer mapa gravitatorio operacional del satélite natural de la Tierra y un mapa detallado de la composición química de su superficie (abundancias de torio, potasio, uranio, hierro, oxígeno, silicio, aluminio, calcio, magnesio y titanio). También se han investigado los campos magnéticos.La Lunar Prospector es un típico proyecto de la actual estrategia de la NASA -"más pequeño, más rápido, más barato"-, con la que prácticamente se han suprimido las complejas y costosas misiones espaciales de antes. En esta sonda se cargaron cinco instrumentos: tres espectrómetros, un magnetómetro y un reflectómetro de electrones.

Pero la Lunar Prospector lleva también unos recuerdos: una inscripción del Romeo y Julieta de Shakespeare e imágenes del cometa Hale-Bopp y de un cráter de Arizona. Lo más emotivo es una cápsula con cenizas del famoso geólogo planetario Eugene Shoemaker, que siempre soñó con ir a la Luna y que murió meses antes del lanzamiento de esta sonda. Shoemaker será el primer terrícola depositado para siempre en otro cuerpo celeste.