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La nave 'Lunar Prospector' se estrella hoy contra la Luna en busca de agua

Los astrónomos intentarán observar el impacto desde la Tierra y con el telescopio 'Hubble'

Una nave espacial exhausta, sin energía para seguir funcionando, se convertirá hoy en un proyectil lanzado a 6.000 kilómetros por hora contra el suelo de un cráter de la Luna elegido como blanco. La maniobra kamikaze de esta nave de la NASA, la Lunar Prospector, levantará con el impacto una nube en la que los científicos, observando atentamente con telescopios terrestres y espaciales, pretenden encontrar un rastro de agua. Se estima que las probabilidades de éxito son de un 10% en esta operación final de la misión científica, que ha durado un año y medio.

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El choque de la Lunar Prospector en el cráter elegido -en el polo Sur de la Luna- está previsto para las 11.51, hora peninsular española, y la energía del impacto será equivalente a estrellar un coche de dos toneladas a más de 1.700 kilómetros por hora. La nave, con una masa de 161 kilos, chocará contra el suelo "como un nadador que se tira en plancha a la piscina, levantando salpicaduras por los lados y por delante", ha explicado David Goldstein, de la Universidad de Tejas en Austin, que propuso esta última aventura para la misión. Al fin y al cabo, la nave estaba condenada a estrellarse en la Luna, y de esta forma, con un impacto controlado, es útil hasta el último momento.Pero las probabilidades de encontrar el rastro del agua, reconocen los especialistas, son bajas: puede que la sonda no acierte en el blanco, o que choque contra el borde del cráter, o que no dé en el supuesto depósito de hielo....

El rastro del hielo

En marzo de 1998, dos meses después de iniciarse la misión, la NASA anunció que la Lunar Prospector había encontrado agua helada en la Luna -unos 6.000 millones de toneladas de hielo, según las últimas estimaciones- que estaría mezclada con el polvo de la capa superficial en las latitudes altas. Esa agua habría llegado en cometas -bólidos de hielo del Sistema Solar- y se habría conservado en los polos protegida de la luz solar en la sombra permanente de los bordes de los cráteres. Por eso se ha elegido un cráter del polo Sur apropiado para la trayectoria de impacto de la sonda, capaz de almacenar hielo y visible desde la Tierra.

Pero no todos los científicos, ni mucho menos, estuvieron de acuerdo con la sensacional afirmación de la NASA, dado que lo que la Lunar Prospector detectó fue la presencia de átomos de hidrógeno que no necesiaramente tienen que formar parte de moléculas de H2O. En medio de la polémica, la NASA aprobó este novedoso final para la Lunar Prospector. La idea es que el impacto de la nave contra el suelo, para el que los controladores han enviado las órdenes precisas en los últimos días, podría levantar una nube con vapor de agua, cuya firma podría ser identificada con telescopios en Tierra y en el espacio. Además del vapor, cabe buscar la señal del hidroxilo (OH) que queda cuando la radiación ultravioleta solar libera un átomo de hidrógeno de la molécula de agua.

Al acecho estarán dos telescopios muy potentes: el Hubble en órbita y el Keck de Hawai, así como observatorios de Tejas, Arizona y California. Además, otros telescopios y satélites estarán pendientes con sus cámaras y espectrómetros de infrarrojos y de ultravioleta.

Por si fuera poco, los científicos han animado a los astrónomos aficionados para que apunten sus telescopios hacia el polo Sur de la Luna, aunque es muy poco probable que con un equipo no profesional se vea el impacto.

La respuesta al enigma

La respuesta al enigma del agua exige paciencia: se tardará tres meses en analizar bien los datos. La NASA dice que la firma del agua en la nube final de Lunar Prospector sería la prueba definitiva, pero varios científicos han advertido que, si alguna vez hubo agua allí, el hidrógeno y el oxígeno pueden haberse incorporado químicamente a minerales, y que el impacto puede producir, a partir de material del suelo, vapor de agua pese a que allí no la haya.

De cualquier forma, el agua en la Luna no sería una novedad universal, ya que se ha detectado la firma inconfundible de sus moléculas en casi todos los rincones del cielo: en otros planetas, estrellas, nubes de gas interestelar, nebulosas e incluso otras galaxias, como demostró el satélite europeo ISO. Entonces, ¿por qué tanto ruido con el agua de la Luna? Sería un descubrimiento importante en un cuerpo tan aparentemente seco. Pero además, de cara a una futura colonización de nuestro satélite para instalar allí bases científicas o como escala para avanzar en la exploración del Sistema Solar, el agua es importante. Con la tecnología actual cuesta unos tres millones de pesetas llevar un litro de agua a la Luna. Además, los colonos lunares podrían producir energía a partir de H2O.

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