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ACNUR comienza a evacuar a los serbios que se sienten amenazados por los albanokosovares

Jorge Marirrodriga

ENVIADO ESPECIALLos serbios de Kosovo que quieran huir de la región contarán con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La portavoz de esta organización en Pristina, Maki Shinohara, informó ayer de que su agencia ya había evacuado de la localidad de Lipljan, a escasos kilómetros de Gracko (en el centro de Kosovo), donde el pasado viernes fueron asesinadas 14 personas, a nueve serbios y que otros, cuyo número no especificó, han solicitado la protección internacional para abandonar el pueblo.

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Según las cifras que maneja el ACNUR, 170.000 serbios, de los 200.000 que habitaban la región antes del conflicto entre la OTAN y Yugoslavia, ya la han abandonado. De los aproximadamente 30.000 que quedan, la mayoría se encuentra en la zona de Mitrovica, al norte y fronteriza con Serbia. El resto habita en pequeñas bolsas en el centro del país, en aldeas donde a la entrada se pueden ver vehículos de la fuerza internacional para Kosovo (Kfor) y cuyo acceso está prohibido a los albanokosovares. Las medidas en estos pueblos y sobre los 2.000 serbios que quedan en Pristina se han reforzado desde la matanza del viernes.Shinohara explicó ayer que la mayoría de los evacuados de Lipljan eran serbios que ya habían huido de la región de Krajina, en Bosnia-Herzegovina, y habían encontrado refugio en Kosovo. El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, los acogió en Yugoslavia, pero los instaló en Kosovo con el fin de intentar aumentar el número de habitantes de la minoría serbia en la región. La semana pasada, el ACNUR expresó su preocupación por estos refugiados de segunda generación que, a pesar de sus intentos de escapar de la violencia, se ven perseguidos por los conflictos dondequiera que van. Shinohara confirmó ayer que muchos de ellos han solicitado regresar a sus hogares en Bosnia. "En la medida de lo posible, les ayudaremos", añadió.

Continúa la presión

La presión contra la población serbia continúa a pesar de las palabras del comandante en jefe de la Kfor, el teniente general Mike Jackson, de que sus soldados "harán todo lo posible" para que sigan en la región. El domingo, las tropas británicas que controlan la capital, Pristina, detuvieron a ocho albanokosovares que intimidaban a familias serbias para que abandonaran la ciudad, según informó ayer el portavoz de la Kfor, el comandante holandés Jan Joosten.

Mientras, el enterramiento de los 14 agricultores serbios asesinados el viernes en Gracko, previsto para ayer, fue aplazado después de que la Kfor confirmara que algunas víctimas presentaban disparos en la cabeza efectuados a corta distancia. Aunque conduce la investigación la policía militar británica, la fiscalía del Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia ha ha añadido este crimen a la lista de sus investigaciones. La ceremonia estaba prevista para la una de la tarde de ayer, con la presencia del administrador especial de las Naciones Unidas en Kosovo, Bernard Kouchner, pero dos de los cadáveres volvieron a ser trasladados al hospital de Pristina para un nuevo examen forense.

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En Gracko, la tensión sigue creciendo. Los vecinos se muestran encolerizados por la actuación de los soldados británicos y acusan a los intérpretes -albanokosovares que hablan serbio- de "dar órdenes en vez de traducir". Los vecinos aseguran que los intérpretes albanokosovares realizan una traducción sesgada de sus palabras, lo que enrarece la relación con los soldados, y han exigido que se les faciliten intérpretes serbios. Sin embargo, varios vecinos han optado por no entrar en polémicas con los soldados, ni escuchar los continuos llamamientos de Kouchner para que permanezcan en Kosovo, y han decidido huir de la zona.

El comandante Joosten reconoció que durante el fin de semana se habían multiplicado los incidentes violentos, algunos de los cuales afectaron a las tropas españolas estacionadas al oeste de Kosovo. En la tarde del domingo, una patrulla española fue atacada por un grupo de unos diez hombres a unos cinco kilómetros de Istok, lugar donde los militares españoles tienen su base. Los soldados españoles respondieron disparando contra los agresores. No hubo heridos. Inmediatamente se organizó la búsqueda de los atacantes, que habían huido hacia el norte. En esta persecución participaron los helicópteros de ataque Mangusta, pero no se pudo detener a nadie. Cerca de la medianoche, y también en la zona de la brigada ítalo-española, varios individuos dispararon, desde un coche a gran velocidad, contra varios soldados italianos, que respondieron al ataque y lograron detener el automóvil. En su interior se encontraban tres ocupantes, uno de los cuales estaba herido, presumiblemente por el fuego defensivo de los soldados de la Kfor. Todos fueron detenidos. Al sur de Kosovo, en Grmovo, en la zona controlada por el Ejército de EEUU, los helicópteros Apache fueron empleados para tratar de localizar a los autores de la voladura de un templo ortodoxo. El edificio ya había sido incendiado con anterioridad y sufría graves desperfectos. La bomba colocada en la madrugada de ayer no dejó ni un tabique en pie. Artificieros estadounidenses rastreaban ayer el lugar en busca de más explosivos.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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