La cosecha de cereales caerá un 22% y será de 13,5 millones de toneladas

La producción de cereales de invierno en la campaña actual será de sólo 13,5 millones de toneladas, según los datos manejados por el Ministerio de Agricultura, como consecuencia de los daños ocasionados por la actual sequía. Esta cifra supone una caída del 22% sobre la producción de la campaña anterior y un serio descenso también sobre los 15 millones de toneladas que en medios del sector se llegaron a barajar hace unos meses. A pesar de ello, los expertos esperan que haya estabilidad en los precios.

Como consecuencia de la sequía que sufre España, la campaña de cereales de invierno se verá reducida un 22%, hasta los 13,5 millones de toneladas. En trigos se ha producido este año un aumento medio de superficie del 21%, mientras la caída media de las producciones ha sido del 15%.En trigos blandos solamente se espera una cosecha de 3,9 millones de toneladas frente a los 4,05 millones de toneladas de la campaña anterior. La caída ha sido especialmente fuerte en trigo duro, que bajará de 1,3 millones de toneladas a 672.000 toneladas, a pesar de haberse producido un aumento de las superficies un 30%, pasando de 635.000 a 828.000 hectáreas. La cuota asignada a España para producir trigo duro es de 594.000 hectáreas, por lo que este año habrá importantes penalizaciones en las ayudas a este cultivo.

En cebadas, frente a una cosecha anterior de casi 11 millones de toneladas, se espera una producción total de 8,1 millones. En producciones menores, como avena, la producción baja de 700.000 a 486.000 toneladas. En centeno, la producción se estabilizará en torno a unas 220.000 toneladas.

Cambios en superficie

De acuerdo con los datos manejados por la Administración, se ha producido igualmente una reducción en las superficies de siembra de maíz en Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y el Ebro. Por el contrario, han aumentado las superficies de cultivo en Castilla y León. El recorte total en las siembras de maíz se estima en un 15%, lo que se puede traducir en una producción de solamente 3,5 millones de toneladas.

Los precios en el inicio de campaña se han situado en el entorno de las 19,50 pesetas por kilo, cifra igual a la fijada para la intervención. Se espera que, a la vista de los resultados de esta campaña, se produzca una estabilización de las cotizaciones en estos niveles o quizá un pequeño repunte, aunque hay posibilidad de importar a precios bajos productos sustitutivos como gluten de maíz o mandioca.

También como consecuencia de la fuerte sequía se ha producido una subida espectacular de los precios de la paja. La mala cosecha en la mitad sur de la Península ha provocado la inexistencia de esta materia prima, indispensable para la ganadería extensiva.

Hay una elevada demanda de paja en las provincias de la mitad norte de la Península y muy especialmente en el Duero, donde se están pagando en estos momentos unos precios en torno a las cinco pesetas por kilo.

Incluyendolos costes del transporte, el kilo de paja en una explotación situada en el sur de España se sitúa en unas 16 pesetas por kilo.