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Amplia presencia española en el octavo año de Mortier

Casi a la par han arrancado los festivales de Bayreuth y Salzburgo, dos de las citas estelares del verano musical. La octava temporada de Mortier al frente del Festival de Salzburgo es, sobre el papel, una de las más atractivas de esta década. La política de estrenos operísticos cubre una asignatura pendiente después de la insistencia en títulos básicos del sigloXX en los últimos años. A Luciano Berio le seguirán la finlandesa Kaija Saariaho en el 2000, y el joven alemán Mattias Pintscher, en el 2001, con puesta en escena de La Fura dels Baus.La presencia española es numerosa. Debutan en Salzburgo La Fura del Baus y el Orfeón Donostiarra. El grupo catalán intervendrá en tres ocasiones: La condenación de Fausto, de Berlioz; la obra teatral Fausto, versión 3.0, y una particular escenificación a propósito del eclipse del día 11 de agosto. El coro vasco lo hace por partida doble en La condenación de Fausto, junto a La Fura, y en el estreno mundial de la 5ª Sinfonía de Philip Glass. No son los únicos. María Bayo interviene en el Don Juan de Mozart, con Ronconi, Maazel y la Filarmónica de Viena, y Carlos Álvarez repetirá el Marqués de Posa de Don Carlo, con el que tanto éxito se presentó el año pasado.

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El Festival de Salzburgo se inaugura con el estreno de una ópera de Luciano Berio

Ciclo Boulez

Doktor Faust, de Busoni, en coproducción con el Metropolitan de Nueva York, cuenta con la Filarmónica de Viena dirigida por Nagano y la dirección escénica de Mussbach, de quien también se repondrá su estupenda Lulú, dirigida por Gielen e interpretada por Christine Schäfer. El apartado operístico se completa con la personalísima visión de La flauta mágica, de Achim Freyer, con una versión en concierto de Kovanchina a cargo de Gergiev y su troupe de San Petersburgo, y con la ópera barroca Les Boreades, de Rameau, con dirección musical de Simon Rattle y escénica del matrimonio Herrmann. Rattle dirigirá también un programa Haydn con Cecilia Bartoli y la Segunda de Mahler con la Filarmónica de Viena.Pollini ha elaborado un programa de siete conciertos con sus músicas preferidas. Hay también un ciclo alrededor de Boulez y, como cada dos años, un ciclo Zeitfluss de nueve conciertos con las últimas músicas. Al compositor G. F. Haas se le dedica la serie de conciertos Next Generation.

La Filarmónica de Viena estará dirigida por Maazel, Muti, Nagano, Ozawa y Rattle. Abbado viene con la Filarmónica de Berlín, Jansons, con la Pittsburgh, y Mehta, con la de Israel. En teatro, el monumental Schlachten de Lanoye y Perceval a partir de Shakespeare, de 12 horas de duración, una obra de Ödön von Horváth montada por Christoph Marthaler y el Teatro de Complicite de Simon McBurney. El festival organiza también una serie de siete actos alrededor de Hans Magnus Enzensberger, el último de los cuales cuenta con música cubana a cargo de los grupos de Caridad y Herrezuelo y la Vieja Trova Santiaguera.

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