Falta de rigor

El miércoles 7 de julio EL PAÍS se hacía eco del informe elaborado para Greenpeace por el doctor Oven Hoegh-Guldberg sobre el efecto del cambio climático en los arrecifes de coral, y que ha merecido una referencia en el último número de la prestigiosa revista científica Nature. Sin embargo, en la noticia que daba EL PAÍS sobre este informe se hacía una serie de desafortunadas valoraciones totalmente faltas de rigurosidad que demuestran un gran desconocimiento sobre la biología de estas importantes colonias animales.El hecho de que Greenpeace alerte sobre la devastación de los arrecifes del planeta en treinta años es totalmente coherente con el informe que nosotros mismos presentamos, en el que se indica que entre los años 2030 y 2070 los episodios de blanqueo de coral podrían ser anuales, lo que llevaría a la muerte de la mayoría de los corales de arrecife del planeta.

Es de sobra conocido por los especialistas que los episodios de blanqueo de coral (producido por la pérdida de las pequeñas algas -zooxantelas- que viven en simbiosis con estos organismos) a causa del incremento en la temperatura de las aguas no necesitan ser anuales para provocar efectos devastadores, dado que algunos de estos pólipos se reproducen sólo una vez cada 4-5 años y que los efectos subletales que se producen en estas colonias incluyen la disminución o total inhibición de la reproducción.

Episodios de blanqueo de coral como los producidos ya (cada 5-7 años) son lo suficientemente severos como para imposibilitar la recuperación de estos arrecifes. Casos como el de 1983, cuando el blanqueo de coral alcanzó al 50% de los arrecifes de Panamá y al 90% de los de Galápagos, o el de 1998, año en que la práctica totalidad de los arrecifes coralinos del planeta se vieron afectados con porcentajes que oscilaban, en la mayoría de casos, entre un 20% y un 80%, son más que suficientes para comprobar que, mucho antes de que los episodios se hagan anuales, los efectos serán demoledores.

A todo esto habría que sumar la propia inercia de destrucción que la pérdida de parte del coral supone para la colonia, como incremento y concentración de depredación en los corales vivos y sus huevos-óvulos y larvas; reducción de la capacidad de producir esqueletos calizos; pérdida de productividad, de retención de CO2 y de producción de azúcares y aminoácidos, o imposibilidad de excreción de amonio y fosfatos.

En resumen, los seis graves episodios de blanqueo de coral sucedidos en los últimos 20 años son más que suficientes para acabar con gran parte del coral existente, por lo que el más mínimo incremento en la frecuencia de estos eventos tendría consecuencias catastróficas para los más ricos y biodiversos ecosistemas marinos aun antes de 30 años.

Otro eminente especialista, el doctor Clive Wilkinson, del Instituto Australiano de Ciencias Marinas de Townsville, ya predecía en 1992 que el ritmo de blanqueo actual podría llevar a la desaparición de un tercio de los arrecifes coralinos del planeta en sólo 20 años.

Nada más, señor director. Espero que estos datos hayan contribuido a situar en su justo término la presentación de este informe.- Director de Greenpeace España.