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Manlleu y Vic miran de reojo

Miquel Noguer

"Estoy contento de que aquí el racismo se haya mostrado en las urnas y no en la calle", decía ayer el ex alcalde de Manlleu Ramon Sitjà cuando se le preguntaba por las similitudes que pueden existir entre el barrio de Ca n"Anglada de Terrassa y el barrio de L"Erm de Manlleu. Las iras racistas que estos días han azotado el barrio egarense no han pasado desapercibidas para este concejal del PSC que hace un mes perdió la alcaldía de Manlleu. En buena medida se la arrebató un importante volumen de voto de castigo de quienes creen que ha dado demasiadas facilidades a los magrebíes. El voto de castigo hacia los socialistas salió mayoritariamente del barrio de L"Erm, un grupo de grandes edificios que tradicionalmente ha sido el receptor de las inmigraciones llegadas a Manlleu desde los años sesenta. El PSC perdió en este barrio, su feudo tradicional, más de la mitad de los sufragios conseguidos en 1995. El gran beneficiado fue Joaquim Vivas, el candidato de CiU, que duplicó número de votos en este barrio y consiguió la mayoría absoluta en el Ayuntamiento. El alcalde derrotado ha repetido estos días que la causa de este descalabro no fue otra que los insistentes rumores que corrían por el barrio sobre supuestos tratos de favor a los magrebíes, unos rumores que aseguraban, entre muchas otras cosas, que el alcalde en persona había ido con dos autocares a Marruecos para cargarlos con marroquíes y llevarlos a Manlleu. Un mes más tarde, Ramon Sitjà opina que su problema más importante fue que no supieron comunicar sus actuaciones en este sentido a la población. Además, ayer negó una vez más haber dado cualquier trato de favor a los inmigrantes por el solo hecho de ser magrebíes. "Los famosos vales de compra que según mucha gente dábamos a los inmigrantes, nunca han existido", declaraba de forma tajante. Un mes después de la aplastante victoria electoral de CiU en Manlleu, el hermetismo del equipo de gobierno en la cuestión de la inmigración es total. El alcalde, Joaquim Vivas, no quiere hacer declaraciones y se limita a asegurar que "es un tema del que es mejor no hablar en la prensa, puesto que siempre trae más conflictos". Eso sí, una de las primeras cosas que Vivas dejó clara al acceder a la alcaldía fue que su equipo no daría vales de compra a nadie. Pero Manlleu, con más de un 6% de sus habitantes de origen magrebí, no es la única población de Osona que se encuentra en esta situación. Vic la supera en cifras absolutas y en porcentaje. En la capital de Osona viven unos 1.500 inmigrantes censados, pero fuentes municipales cifran en unas 3.000 personas el número total de inmigrantes residentes en la ciudad, lo que representa un 10% de su población total. A pesar del gran número de magrebíes residentes en la capital de Osona, los conflictos siempre han sido mucho menores en Vic. Una de las razones que explican esta diferencia es que mientras que en Vic la población magrebí vive bastante dispersa por toda la ciudad, en Manlleu se concentra casi exclusivamente en el barrio de L"Erm. Allí casi el 80% de la población es originaria de los países del Magreb.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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