La renovación de los 60
Las últimas cuatro décadas del siglo están marcadas por el importante movimiento de renovación en el que los artistas vascos deciden romper definitivamente con la figuración imperante para adentrarse en las nuevas tendencias abstractas. Según los comisarios de la exposición, en este período que se inicia en los años sesenta toma cuerpo una nueva escuela de arte vasco, un compendio de los grupos Gaur Hemen y Orain, liderados por Oteiza y Chillida, y que se caracteriza porque persigue en su renovación que aflore el alma vasca, "el espíritu vasco de la prehistoria". En los sesenta la ruptura es total. Los pintores vascos se adentran en las tendencias abstractas que marcarán a partir de ese momento la pintura de fin de siglo con una influencia parecida a la del impresionismo y las vanguardias en sus comienzos. Desde el expresionismo abstracto al informalismo lírico, el resalismo social de Ibarrola y la nueva figuración de los 70, preceden a abstracción geométrica que marca los 80 y antecede a las nuevas tendencias de los 90.