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Un estudio relaciona la cefalea más común en los hombres con una lesión cerebral

La cefalea de racimo es el más intenso de todos los dolores de cabeza

Es el más intenso de todos los dolores de cabeza y, a diferencia de las migrañas, que se ceban especialmente en las mujeres, nueve de cada diez personas que lo sufren son hombres. Es la cefalea de racimo, y un recientísimo estudio acaba de revelar que este dolor de cabeza, que causa desesperación entre quienes lo sufren, está relacionado con ciertas anomalías en la estructura del cerebro. Es la primera vez que se demuestra una lesión estructural cerebral en las llamadas cefaleas primarias (tensionales, migraña, en racimo y algias). La cefalea de racimo fue uno de los temas debatidos en el congreso de la Sociedad Internacional de la Cefalea, que ha reunido a 2.400 neurólogos de todo el mundo en Barcelona. "Es la única cefalea que es más prevalente en los hombres, puesto que las demás, como la migraña o la tensional, son mucho más frecuentes en las mujeres. Es también la que produce el dolor más intenso, hasta el punto de que algunos pacientes han intentado suicidarse", afirma Feliu Titus, jefe de la unidad de Cefaleas del hospital Vall d"Hebron de Barcelona.

La denominación cefalea en racimo responde a la especial configuración que presentan los síntomas: que adquieren forma de racimo con el tiempo y el dolor suele aparecer todos los días durante tres o cuatro meses seguidos, con una media de dos o tres ataques al día de unas dos horas de duración.

"Tiene una expresión clínica muy característica", apunta Titus, "porque el dolor, además de ser muy fuerte, es de localización frontoorbitaria, es decir, en la frente y el globo ocular, y hemicraneal, pues sólo afecta a una mitad de la cabeza, y se acompaña además de síntomas vegetativos, como taponamiento de la nariz, enrojecimiento del ojo, lagrimeo, caída del párpado y edema".

Al contrario que en otros dolores de cabeza, en los que la persona prefiere reposo y quietud, en la cefalea en racimo el paciente está desosegado, no puede parar e incluso a veces se golpea contra la pared. Algunos enfermos han confesado, según el doctor Titus, que "es el más terrible de los dolores, peor que los del parto o de un cólico nefrítico". José Miguel Laínez, jefe de la unidad de cefaleas del hospital Universitario de Valencia, este tipo de dolor de cabeza afecta al 1% de la población general y representa el 2% del conjunto de todas las cefaleas.

"No se sabe por qué es mucho más prevalente en el hombre", dice, "ni ha sido identificado ningún gen responsable, aunque en un 10% de los casos se observa cierto componente hereditario al hallarse varios miembros de una misma familia afectados. Rara vez aparece en la infancia y, generalmente, va mejorando con la edad".

Algunos de estos pacientes padecen también migraña, otro tipo de dolor de cabeza con un claro componente hereditario, que se acompaña de vómitos, náuseas, fotofobia (intolerancia a la luz) y fonofobia (malestar por los sonidos y ruidos).

En la cefalea en racimo el dolor aparece por una vasodilatación de la arteria carótida en el seno cavernoso, una estructura cerebral que, al no poder dilatarse, presiona las meninges. "Se trata de una cefalea neurovascular o mixta", explica Laínez, "en la que intervienen el sistema nervioso y una arteria. Recientemente, sabemos que la orden de dilatación de la carótida la envía a través del nervio trigémino el hipotálamo, una glándula neuroendocrina que se aloja en la base del cerebro y que, entre otras funciones, es responsable de la regulación de los ritmos biológicos o circadianos que controlan el ciclo sueño-vigilia". Por ello, se observa que este tipo de cefalea, de instauración muy brusca, se presenta a menudo al acostarse por la noche o en la siesta.

En el congreso de Barcelona, Peter Goadsby, profesor de neurología del hospital Queen Square de Londres, presentó un estudio, publicado en el último número de la revista Nature Medicine, en el que ha observado una lesión estructural en la sustancia gris hipotalámica en el mismo lado en donde aparece el dolor en los pacientes con cefalea en racimo. "Hasta ahora se creía que las cefaleas primarias se debían a una anomalía en el funcionamiento de cerebros estructuralmente normales, pero ahora podemos afirmar que no es una cuestión de funcionamiento", indica en su artículo. Según Goadsby, esta alteración anatómica, presente tanto en los episodios de dolor como cuando el paciente se encuentra libre de la crisis, ha sido detectada mediante completas técnicas de imagen, como resonancia magnética de alta resolución y tomografía de emisión de positrones (PET).

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