La ética electrónica
"Que haya estos servicios de posible plagio en Internet no me parece un peligro, sino una oportunidad". Para Jordi Adell, profesor de Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación de la Universidad JaumeI, hay que aprovechar las nuevas tecnologías para cambiar las reglas del juego. El universitario dispone hoy de tanta información que, efectivamente, el plagio es sencillo. "Cualquier alumno podría pasar como suyo un trabajo ajeno, pero lo importante sería debatir ese texto presentado y aprender todos de él. Hay que acabar con el profesor como única fuente de información, así que bienvenida sea toda la que llegue por otros medios". El catedrático Antonio Vaquero, primer director de la Escuela de Informática de la Universidad Complutense, opina que la gran ventaja de Internet es que ha democratizado el acceso a la información. Apropiarse del trabajo ajeno es difícilmente detectable, pero dos elementos deberían ser prioritarios a la hora de incurrir en esta práctica: el código ético de los propios estudiantes y el riesgo que comporta. "Uno se juega el prestigio para siempre".
"A la hora de fusilar trabajos no veo en estos sistemas muchas diferencias con las posibilidades anteriores", dice la catedrática de Sociología Inés Alberdi, que también defiende la democratización que aporta Internet. Alberdi no es alarmista respecto a la posible mala calidad de los textos comprados. "Las posibilidades de plagiar disparates es similar a la que se encuentra en los libros. Además, ahora muchos y buenos profesores de universidades americanas han empezado a publicar sus trabajos en Internet".
Una investigadora del CSIC cree que la posibilidad de convertir en una tesis un trabajo de las empresas citadas en este reportaje es casi ciencia-ficción. "A los universitarios se les dirige la tesis. No llegan un día y leen un texto sin más. Hay un seguimiento. Me parece insólito que alguien pueda sacarse un título mediante este sistema".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.