La Cámara debatirá el plan para promover el uso del euskera

El Parlamento vasco aprobó ayer por unanimidad una proposición no de ley socialista en la que se acuerda debatir el Plan General de Promoción del Uso del Euskera en un pleno monográfico donde los diferentes grupos parlamentarios tengan oportunidad de presentar sus propias resoluciones. La Cámara abordará a la vuelta de las vacaciones este proyecto de carácter "estratégico" para elaborar un plan integral, cuya aprobación se produjo en la anterior legislatura, con el Parlamento ya disuelto y con los socialistas fuera del Ejecutivo. Hasta hace pocos días los grupos que integran el Ejecutivo vasco (PNV y EA) y los partidos de la oposición mantenían un desencuentro en torno a este plan. En el turno de intervenciones, el diputado socialista Javier Elorrieta ahondó en la necesidad de buscar el "mayor consenso posible" en esta materia y confió en que un futuro debate parlamentario sirva para superar el "déficit democrático" que arrastra el Gobierno vasco en política lingüística. El PP abogó por moderar la política en torno al euskera al ritmo de la mayoría y pidió al PNV que pierda complejos. El portavoz de UA, Pablo Mosquera, consideró totalmente razonable la propuesta de los socialistas, mientras que Javier Madrazo (IU-EB), advirtió que el euskera es patrimonio de todos los vascos. Desde el PNV y EA, sus representantes Iñigo Urkullu e Iñaki Galdós, respectivamente, recordaron que nunca se han negado a debatir dicho plan. "El PNV ha recalcado que el euskera es patrimonio de todos, es por lo que hemos decidido traerlo a esta Cámara para que todos los grupos superemos nuestros intereses partidistas y lleguemos a un consenso", dijo Urkullu. Productos transgénicos El Parlamento instó también al Gobierno y las diputaciones a efectuar una campaña de concienciación ciudadana en la que se informe sobre los aspectos positivos y negativos de los alimentos transgénicos. Hace 15 días, el Ejecutivo que encabeza Juan José Ibarretxe ya anunció, tras reunirse con los sindicatos agrarios, una moratoria de cinco años de duración en el cultivo de los alimentos y semillas modificados genéticamente. La legalidad de esta decisión está pendiente de la promulgación de un decreto. El asunto fue trasladado al Parlamento por Izquierda Unida. Todos los grupos, excepto el popular, se manifestaron de palabra a favor de la moratoria, ya que la única resolución efectivamente aprobada fue la de pedir la campaña de concienciación. La petición de IU fue aprobada con los votos a favor de PP, PSE, EH y la propia IU, mientras que PNV y EA votaron en contra. El único grupo que se opuso a la moratoria fue el PP, que aseguró que se debe aplicar "el principio de precaución", pero no deben prohibirse los organismos modificados genéticamente, según apuntó.