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La Nueva Orleans española

El profundo sur de EE UU es una de las geografías míticas que ha marcado el cine y la literatura del siglo XX. El río Misisipí, los tugurios de Nueva Orleans, los pantanos de los huraños cajuns, el estado de Luisiana, los viejos sudistas que se niegan a admitir su derrota, la opresión de los negros, las novelas de Faulkner e infinidad de películas han trenzado una geografía de raíces francesas y anglosajonas. Lo cierto es que en este territorio España jugó un papel sobresaliente, sobre todo en el siglo XVIII. De hecho, Luisiana perteneció a España entre los años 1763 y 1800. El Archivo General de Indias de Sevilla tiene abundante y valiosa documentación sobre un episodio poco conocido de la historia de España. "El Archivo de la Gobernación de Luisiana pasó a la Capitanía General de Cuba y luego vino aquí", señala una portavoz del Archivo General de Indias. Uno de los documentos más formidables con los que cuenta el archivo es el Título de Jefe Gran Medalla concedido por el gobernador de Luisiana, barón de Carondelet, al indio Opoyé de Mingo, de la nación Talapuche. El documento, que está firmado en Nueva Orleans el 10 de marzo de 1796, es una buena muestra de la estrategia de pactos y alianzas con las tribus indígenas desarrollada por España. Esta estrategia tenía como objetivo crear un muro de contención frente a EE UU, que se había independizado en 1776 e iniciaba ya su expansión. Los dibujos del tratado son de una factura bellísima. Un militar español, con el típico uniforme del siglo XVIII, sella su alianza con un jefe indígena. Dos caimanes, trazados bajo las figuras humanas, rubrican el pacto y dan fe de la zona geográfica en que se produce. El comienzo del texto del tratado tiene toda la elocuencia del Antiguo Régimen: "El barón de Carondelet, caballero de la Religión de San Juan, Mariscal de Campo de los Reales Exercitos, Gobernador General, Vice Patrono de las Provincias de La Luisiana y Florida Occidental, Subinspector General de las Tropas y Milicias de las Mismas. En atención a las pruebas de fidelidad y amistad que hemos tenido del Yndio llamado Opoyé de Mingo, de la nación Talapuche, manteniendo estrecha unión con los españoles y venerando el respetable y alto nombre de nuestro cathólico Monarca, emperador de España y de las Indias..." El Archivo General de Indias contiene otros documentos de gran valor. Un plano del "torno del Placamin" y sus contornos en el río Misisipí destaca con fuerza. Fechado en 1787, el plano muestra el trazado del río en medio de un territorio virgen. Hay un fuerte y una batería "proyectados", "el caño o bayú de Mardi Grass" y "otros caños". El escudo de la Luisiana española retrotrae a una historia poco conocida. Dos indios rodean un escudo de España, en el que sobresalen los tradicionales leones y castillos. Los indios tienen los atavíos del buen salvaje que soñó la Ilustración. Un plano de la ciudad de Nueva Orleans, de 1801, fechado justo un año después de que España devolviera Luisiana a Francia, muestra un trazado de una claridad meridiana, basado en bloques cuadrados de casas. El cementerio militar, el almacén de pólvora y el hospital de caridad son algunos de los puntos clave de la ciudad. Calles, como las de San Luis, de las Ursulinas o del Hospital, prueban a las claras una vida urbana relativamente asentada. Además de los documentos que enriquecen la historia de Luisiana, en el Archivo General de Indias hay dibujos, planos y textos de todo tipo que aclaran puntos oscuros de las historias de Arkansas, Illinois, Texas, Nuevo México, Alabama, California, Florida, Carolina del Sur y Georgia. Por ejemplo, la carta del adelantado Juan Ponce de León en la que notifica haber descubierto "la Isla de la Florida". Está fechada en 1521. Un completo libro para conocer la relación de España con esta zona de América es Luisiana española. Publicado en 1975 por el historiador Juan José Andreu, Luisiana española describe con detalle las complicadas relaciones de la monarquía borbónica con esta tierra. Andreu investigó en el Archivo General de Indias para elaborar su libro. El territorio colonial de Luisiana era mucho mayor que el actual estado homónimo de EE UU, que tiene 125.674 kilómetros cuadrados. Luisiana se extendía desde los Grandes Lagos hasta el golfo de México y desde los Alleghany hasta Nueva España, a través de las cuencas del Misisipí y del Misuri y de las llanuras del centro de EE UU. Su litoral fue descubierto por Alonso Álvarez de Pineda en 1519 y el curso del Misisipí, por Hernando de Soto en 1541. Con todo, España hizo poco caso a este territorio. Hubo algunas expediciones esporádicas, como las de Juan de Oñate, en 1601, y Alonso de Vaca, en 1634. Y poco más. En la segunda mitad del siglo XVII, Francia empezó a interesarse por las tierras situadas al sur de sus posesiones en el Canadá. En 1673, Jolliet y Marquotte partieron de la región de los Grandes Lagos hasta alcanzar el curso del Misisipí. Cavelier de La Salle tomó posesión en 1682 del territorio en nombre de Luis XIV y lo denominó en su honor Luisiana. En 1718, se fundó Nueva Orleans. Cuatro años más tarde, Nueva Orleans era ya la capital de Luisiana. Los indios se rebelaron entre 1729 y 1736 contra Francia, debido a que los colonos se apropiaron de las mejores tierras de Luisiana. Los esclavos negros se sumaron a la rebelión. Gran Bretaña apoyo a los indios en su lucha contra Francia. Todo esto agravó la situación económica de la colonia. La guerra de los Siete Años (1756-1763) hizo todavía más daño a los franceses, que tuvieron que doblegarse ante la superioridad de la armada británica. El tratado de París dibujó nuevas fronteras en 1763. Francia cedió a Gran Bretaña la Luisiana oriental, al este del Misisipí. Al mismo tiempo, se ratificó el tratado de Fontainebleau en 1763. Por este pacto, Francia cedió a España el resto de Luisiana en compensación por la pérdida de Florida. "A finales del siglo XVII, toda esta zona del Caribe es reflejo de la política europea de Francia, España e Inglaterra. Tras la instalación de los Borbones en España cambian las relaciones. Por los pactos de familia de los Borbones cambia la situación. En la guerra de los Siete Años entre Francia e Inglaterra, España se posiciona a favor de la primera. La Habana y Manila son tomadas por los ingleses. Posteriormente, se decide que La Habana y Manila sigan con España. Y España cede Florida a Inglaterra. El rey francés Luis XV decide, como compensación, darle Luisiana al español Carlos III", relata la portavoz del Archivo General de Indias.

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