Alarmante aumento en Europa de emisiones de dióxido de carbono
La UE incumplirá su promesa de controlar el efecto invernadero, según un informe oficial
Según un comunicado elaborado por la Comisión Europea y entregado al Consejo de Ministros de Medio Ambiente reunido esta semana en Luxemburgo, las proyecciones de demanda energética en la UE para los próximos años marcan una tendencia ascendente en las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero que impedirá cumplir los compromisos internacionales adquiridos, a no ser que se adopten medidas radicales.
La Unión Europa se comprometió a reducir dichas emisiones de forma que la media del periodo 2008-2012 fuera un 8% inferior a las emisiones de 1990. Los datos disponibles y su proyección futura indican que, lejos de disminuir, las emisiones podrían aumentar entre un 6% y un 8% en ese periodo. Las cifras podrían ser incluso peores si los próximos años se incrementa la bonanza económica. El acuerdo fue adoptado durante la Conferencia de las Partes del Convenio de Cambio Climático de Kioto, a finales de 1997, y los datos indican una creciente dificultad para llegar a su cumplimiento. Los más pesimistas consideran incluso que es muy probable que el Protocolo de Kioto, donde se recoge el compromiso, no llegue nunca a entrar en vigor dadas las especiales condiciones impuestas para su ratificación.
Según el comunicado de la CE, cambiar estas tendencias "requiere una fuerte voluntad política" que no parece haberse asumido aún. Advierte además de la urgencia en la toma de medidas, dado que entre su adopción y puesta en práctica y la aparición de sus efectos en la reducción de emisiones puede haber un plazo de varios años.
La Agencia Europea del Medio Ambiente, que presentó el viernes pasado en toda Europa su informe El medio ambiente en la UE en el umbral del siglo XXI, confirma los datos, señalando que el consumo energético crecerá en torno al 15% entre 1995 y 2010.
Incremento del 15%
Aunque la reducción es un objetivo global de la UE, los países con menor tasa de emisión fueron autorizados a aumentarlas. En el caso español, se autorizó un incremento del 15%, porcentaje que, según fuentes oficiosas de la Comisión Europea, se habría alcanzado ya. Los datos oficiales disponibles, cuya contabilización compete al Ministerio de Medio Ambiente, ni lo confirman ni lo desmienten porque simplemente no existen: llevan un retraso de tres años. El documento de la Comisión señala que en el sector del transporte se producirá un incremento de emisiones de CO2 de un 22% para el año 2000 y de un 39% para el 2010. Es la cara oscura del boom automovilístico que vive Europa y especialmente nuestro país, donde cada año se baten récords de ventas. A cambio, la previsión sobre las emisiones de la industria descenderían un 15% y las del sector terciario y las viviendas se mantendría estable.
El sector de producción eléctrica, según el informe, podría mantenerse estable a pesar de la previsión de un fuerte incremento de la demanda. La Unión Europea se propone duplicar la participación de las fuentes renovables de energía para el 2010 hasta suponer el 12%, un incremento que permitiría satisfacer el exceso de demanda sin aumentar las emisiones, pero ello no bastaría para cumplir los objetivos.
Con todo, el caballo de batalla es el transporte. El único avance que se ha producido en este sector ha sido un acuerdo con la asociación de la industria automovilística para mejorar la eficiencia del consumo de los coches nuevos, lo que según el informe podría cambiar algo la tendencia prevista para el sector.
Parte del problema es que las actuaciones exceden la capacidad de actuación de los ministros de Medio Ambiente por ser competencia de sus colegas de Industria, de Fomento, de Agricultura y, en última instancia, de Economía.
La vieja propuesta de creación de un impuesto energético, por ejemplo, no ha conseguido aún salir adelante a pesar de haber reducido sus ambiciosos objetivos. Según Greenpeace, "la última propuesta, que era ya muy light, fue bloqueada por España en el Ecofin (Consejo de Ministros de Economía) de mayo".
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