"Masurca fogo", de Pina Bausch, llega a Barcelona
El espectáculo se estrena mañana en el TNC
Después de 10 años de ausencia, Pina Bausch regresa a Barcelona con Masurca fogo, un espectáculo creado con su compañía, Tanztheater Wuppertal, para la Expo 98 de Lisboa y que entra dentro de la estela de grandes espectáculos que la coreógrafa ha dedicado a ciudades como Roma, Palermo, Madrid, Los Ángeles y Hong Kong. Masurca fogo podrá verse desde mañana hasta el lunes en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC).
Es posible que la relación entre el TNC y Pina Bausch tenga continuidad, ya que ayer, durante la presentación del espectáculo, Domènec Reixach la invitó públicamente, aunque por sorpresa, a crear un espectáculo sobre Barcelona. "Si su amor a esta ciudad la inspira para una nueva producción", dijo el director del TNC, "aquí tiene las puertas abiertas". Para explicar Masurca fogo, Pina Bausch quiso remontarse al primero de sus montajes en el que la ciudad se convirtió en tema. "Hace ya muchos años, en Roma, me pidieron que hiciera una obra sobre la ciudad y yo les contesté que era imposible, que en todo caso podía dejarme influir por la ciudad". ¿Dejarse influir por una ciudad? "Es una gran oportunidad para abrirse completamente, toda la compañía. Es una forma de aprender y enriquecerse. Cuando empezamos cualquier proyecto somos como bebés, todo nos inspira, porque todo es nuevo. Pero a veces las influencias salen mucho más tarde, en otra pieza, porque tardamos tiempo en digerirlo. No se trata de un proceso de imitación, sino de absorción".
Cuando habla de Masurca fogo habla de sentimientos contradictorios. "Cuando miro mis trabajos, los siento como grandes olas de sentimientos, con emociones cambiantes. En Masurca fogo puse muchas cosas que me conmovieron. Lisboa vive una confluencia de culturas. Allí tuve sentimientos opuestos, muy vitales y muy tristes. He llegado a la conclusión de que es importante compartir un gozo, hacer amigos y no enemigos, comprender".
Respecto a su visión sobre la danza contemporánea y su futuro, reconoció no tener tiempo para ver muchos espectáculos. "Diferencias entre Europa y América se pueden apreciar en la técnica, pero tiene que ver sobre todo con personalidades como las de Martha Graham o Merce Cunningham. La danza contemporánea es muy abierta. Yo estudié en Estados Unidos, pero no creo que se pueda encontrar nada americano en mi danza. En cuanto al futuro, la danza, cuando es de verdad, es buena".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.