Un gran cineasta olvidado
Al igual que muchos miembros de su generación, el barcelonés Francesc Rovira Beleta debe interrumpir sus estudios por la guerra española, y en la dura posguerra su interés por el cine amateur le permite trabajar en el campo de la animación, y más tarde, como ayudante de dirección en la famosa productora Cifesa. A finales de los cuarenta debuta como director con Doce horas de vida (1948), 39 cartas de amor (1949) y Luna de sangre (1950), irregulares producciones de aprendizaje. En los años cincuenta, una de las mejores etapas del cine español, Rovira Beleta hace sus grandes películas. Entre encargos de menor interés realiza una trilogía neorrealista integrada por Hay un camino a la derecha (1953), sobre el drama de un obrero; la obra maestra Expreso de Andalucía (1956), sobre el robo ocurrido durante la dictadura del general Primo de Rivera, y Los atracadores (1961), con una insólita escena de ajusticiamiento por garrote vil. A pesar de sus problemas con la censura de Franco, al cabo de los años conserva su fuerza y debería salir de su olvido.
Tras Altas variedades (1960), un buen melodrama situado en ambientes circenses, Rovira Beleta pasa a ser también coproductor y consigue atravesar en buena forma los duros años sesenta, minados por multitud de terribles coproducciones. Durante ellos logra sus grandes éxitos con los musicales gitanos Los Tarantos (1963) y El amor brujo (1967), con las que llega a ser finalista en los Oscar.
Sin embargo, en las películas de Rovira Beleta, como en el resto del cine español, se dejan sentir los últimos años de la dictadura, cuando la censura ha desaparecido en Europa y en España es más fuerte que nunca. Su decadencia comienza con La dama del alba (1965), basada en la obra de Casona, hasta La agonía de los peces fuera del agua (1970). Las últimas películas de Rovira Beleta vuelven a ser irregulares producciones. El drama edípico No encontré rosas para mi madre (1972), la producción sobre los Reyes Católicos La espada negra (1976), y el tosco policiaco Crónica sentimental en rojo (1985), que cierra su filmografía.
Babelia
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