El PSOE imputa a los Informativos de TVE haber actuado a las órdenes del Gobierno

El fin del proceso electoral del 13-J no ha apaciguado los ánimos entre el PP y el PSOE. Ambos partidos se enzarzaron ayer en una nueva bronca sobre el comportamiento de la televisión estatal durante la campaña. La voz cantante la llevaron Rafael Hernando, por el PP, y Alfredo Pérez Rubalcaba, por el PSOE, quienes discutieron sobre los servicios informativos de TVE, a los que el portavoz socialista acusó de cometer "toda clase de tropelías" durante los días previos a las elecciones y de haber actuado conforme a las "instrucciones políticas" del Gobierno.

El escenario del cruce de acusaciones entre socialistas y populares fue la Comisión de Control Parlamentario de RTVE. Pero en esta ocasión no estaba presente el director general del ente público, Pío Cabanillas. La sesión tenía como objetivo precisamente pedir su comparecencia urgente para que explicara la política informativa de la radio y la televisión públicas. La solicitud fue aprobada por unanimidad. Entretanto, Rubalcaba acusó al PP de incrementar la presión sobre los informativos de Televisión Española y de "hacer desaparecer" de la pantalla a Felipe González durante el último tramo de la campaña electoral. Recordó que el mitin celebrado por González en Barcelona ante 30.000 personas "tuvo el extraño honor de desaparecer de la televisión pública".

El diputado socialista recordó los recursos planteados por el PSOE ante la Junta Electoral Central para avalar sus denuncias. Este organismo dio la razón a los socialistas en tres de las cuatro reclamaciones presentados. Falló en contra de la pretensión de TVE de hacer coincidir una entrevista a la candidata socialista Rosa Díez con la transmisión de un partido de fúbtol entre el Real Madrid y el Valencia. La Junta Electoral reclamó también mayor pluralismo y enmendó la plana a la televisión pública a la hora de computar los tiempos de aparición de los partidos en los telediarios. Los socialistas arremetieron contra un "truco infantil" de TVE, consistente en concentrar las intervenciones de los líderes del PP en los telediarios de mayor audiencia y en recluir en la madrugada las noticias sobre el PSOE.

Durante la sesión de ayer, los socialistas pidieron la comparecencia urgente de Cabanillas para que explique "quién le ha dado instrucciones políticas para cometer esos desmanes" durante la campaña electoral y justifique los motivos por los que "ha consentido que TVE haya formado parte del comité electoral de campaña de PP en vez de ponerse al servicio del pluralismo".

Rafael Hernando lideró el contraataque del Grupo Popular. Comenzó admitiendo que los profesionales de TVE han recibido "presiones insoportables", pero a continuación especificó que el origen de tales prácticas estaba en las filas socialistas. Y en tono encrespado le espetó a Rubalcaba: "Usted ha presionado a los profesionales de RTVE". Dijo conocer los nombres de "señores profesionales" que han asegurado sentirse amenazados por el secretario de comunicación socialista. Quitándole la palabra, Rubalcaba exigió al portavoz del PP: "Dígame el nombre de algún profesional al que yo, o algún miembro del PSOE, haya llamado para hacerle alguna amenaza durante la campaña". Hernando no facilitó ni nombres ni apellidos pero se reafirmó en su denuncia. Rubalcaba le acusó entonces de mentir.

Izquierda Unida se hizo un hueco en el debate para exponer su caso. Felipe Alcaraz se quejó de que su formación ha sido expulsada "del sistema de comunicación pública". Y dio cifras. "IU sale un 7%, pero en espacios de máxima audiencia sólo un 2%". "Nos sentimos realquilados respecto a la política informativa y no sabemos ya cómo protestar", se lamentó.

Subcomisión en el aire

Las tensiones entre socialistas y populares habían comenzado dos horas antes, durante la reunión de la subcomisión que estudia el futuro modelo de RTVE. Rosa Conde, portavoz del PSOE, había reclamado un cambio drástico en la línea informativa de la radio y la televisión públicas como paso previo a la reanudación de las sesiones. La diputada advirtió que, si ese viraje se materializa, los trabajos se reanudarán en septiembre. "Pero si las cosas siguen como hasta ahora, no tiene sentido la subcomisión", añadió. El portavoz adjunto del PP, Alejandro Ballesteros, interpretó esta actitud como "una amenaza" y "un chantaje". La subcomisión acordó ayer ampliar su plazo de existencia, por tercera vez, en otros seis meses. El actual borrador de documento está a mitad de camino. En este clima de mutuas increpaciones, los socialistas se negaron a respaldar una proposición no de ley presentada por el PP sobre la veracidad y la credibilidad de las informaciones y reportajes emitidos en programas que mezclan realidad y ficción. Los socialistas eran partidarios de extender la exigencia de veracidad y credibilidad a los telediarios. PP y CiU cerraron esa vía y el PSOE optó entonces por la abstención.