Dioxinas también en el forraje austriaco

Las autoridades sanitarias austriacas anunciaron ayer que han hallado dioxinas en dos marcas de forraje elaborado en el país, pero fuentes del Ministerio de Agricultura y de la Cancillería federal señalaron que, por su reducida concentración, no supone peligro para la salud humana. Hasta que concluyan las investigaciones, los productos de las dos empresas fabricantes de forraje han sido retirados del mercado y una de ellas cerrada, igual que las granjas consumidoras de la producción. Según las autoridades sanitarias austriacas, no se puede comparar la contaminación por dioxina con la existente en Bélgica: aunque se han encontrado de uno a seis picogramos (una millonésima de millonésima de gramo) por kilo en uno de los forrajes, (cuando la cantidad habitual es de 0,3 a 0,6), en Bélgica se han decomisado alimentos con 800 picogramos por kilo.

El comisario comunitario de Agricultura, Franz Fischler, declaró ayer que "está claro que la Comisión Europea va a iniciar un procedimiento de infracción contra Bélgica" por la contaminación con dioxina de productos avícolas, de vacuno, de porcino y sus derivados.

El Ejecutivo de la Unión Europea (UE) está estudiando, explicó Fischler, qué tipo de infracción se ha producido, si ha sido una falta de información, una falta de control u otro aspecto. Fischler reiteró que aún no se sabe cuál ha sido la fuente de contaminación, y que la Comisión no puede realizar sus propios estudios porque las autoridades belgas tienen bloqueadas, con sus propias pesquisas, las instalaciones en las que se fabricaron los piensos contaminantes.

El Consejo de Ministros de Agricultura de la UE ha aprobado una normativa que armoniza la producción ecológica animal. El caso de la dioxina ha incrementado considerablemente las compras de productos ecológicos en Bélgica, y el consumidor europeo reclama cada vez más alimentos seguros, desprovistos de tratamientos que puedan perjudicar la salud.

La normativa extiende a la cría de ganado el reglamento que se refiere al modo de producción biológica de los productos agrícolas. Los principios generales del marco de explotación biológica de los piensos indican que "se permita una producción equilibrada teniendo en cuenta imperativos de la protección del medio ambiente".

Los productores españoles de pollos perdieron 5.000 millones de pesetas por la alarma causada entre los consumidores ante la posible entrada de animales belgas contaminados con dioxinas, señalaron ayer la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la Plataforma Avícola Estatal (PAE). Las ventas, añadieron, han caído en un 25%.

Para paliar las pérdidas, los avicultores pedirán al ministerio de Agricultura 1.000 millones de pesetas de ayudas directas, así como la exención de los pagos a la Seguridad Social y un módulo cero para los impuestos del IVA e IRPF. La PAE pidió además que se cree un instituto público de control con competencias de ámbito estatal y que se encargue de verificar la calidad de los productos agrícolas y ganaderos.