Aznar dedica el mitin final a reclamar el voto para ganar ahora y en las elecciones generales

El presidente del Gobierno, José María Aznar, empleó el último mitin de la campaña, en el Palacio de los Deportes de Madrid, para reclamar hasta la saciedad una movilización masiva de votantes del PP que permita a los conservadores repetir el triunfo en los tres comicios en liza - europeos, municipales y autonómicos- y afianzar así las posibilidades de una victoria en las generales del año que viene. Al final, tras presumir de haber "limpiado y oxigenado el aire de España", se desmarcó del PSOE lanzando un dardo directo a su antecesor en La Moncloa, Felipe González: "Por eso no nos hace falta ni alardear con chulerías ni insultar a nadie. Nosotros presentamos limpiamente nuestro trabajo".

, El propio Aznar no dudó en reconocer, ante las 11.000 personas que le aguardaron durante horas en el pabellón de la Comunidad de Madrid, que el cierre de campaña no es el mejor momento para construir mensajes complicados. No lo hizo. Había vivido una jornada especialmente intensa -que le llevó desde Bilbao hasta Valladolid, pasando por la inevitable partida de dominó en Quintanilla de Onésimo- para culminar una campaña en la que se ha empleado tan a fondo como si él mismo fuera candidato, y más aún desde que en los últimos días resurgió el protagonismo de González en el PSOE. Aznar llegó al Palacio de los Deportes a sólo 14 minutos de la clausura oficial de la campaña. Su demora sirvió para comprobar la enorme paciencia de los simpatizantes locales y su capacidad para aguantar discursos. Habló hasta el apuntador. El presidente del PP se mostró agradecido por los apoyos recibidos hasta ahora y convencido de que el PP vencerá en las tres citas electorales del 13-J y también "cuando toque, el año que viene, volver a ganar las generales". Antes, en Valladolid, Aznar había reiterado que no adelantará los comicios pese a que le "vendría bien" a los populares y cogería a contrapié a los socialistas, que ahora mismo están "sin candidato, enfrentados y divididos". Pero para esa victoria inmediata y la del futuro, Aznar pidió "un esfuerzo especial" de sus votantes en las urnas que permitan al Gobierno que preside seguir acumulando logros como los que se encargó de glosar a continuación. En primer lugar, Aznar recordó que cuando pidió el voto en la cita electoral de 1996 se propuso acabar con el terrorismo. Y dijo de nuevo que nadie, ningún partido, ha pagado jamás un precio tan alto por defender las instituciones y para que la convivencia sea una realidad el día de mañana. También presumió el jefe del Ejecutivo de haber "oxigenado y limpiado el aire de España hasta convertirla en un pueblo optimista". Fue en ese momento cuando respondió a las manifestaciones de González en Don Benito (Badajoz) cuando éste dijo que tanto él como Julio Anguita eran "la misma mierda", aunque luego rectificó. Sin mentar siquiera a González, Aznar destacó que a su gestión no le "hace falta ni alardear con chulerías ni insultar a nadie. Nosotros presentamos limpiamente nuestro trabajo". En el último minuto, cuando las televisiones debían conectar en directo, los jóvenes de Nuevas Generaciones ubicados tras el escenario central rebotaban hartos ya de saltar, las banderas habían poblado todos los huecos del pabellón, y apenas faltaban dos minutos para la gran traca musical de la campaña, Aznar conectó una tras otra frases y frases en las que pedía eufórico el voto para hacer "una España que no mire al pasado, que destierre la crispación y cualquier tipo de nostalgia. Para que nada ni nadie pueda impedir el progreso de España".