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Una muerte en una chabola destapa la degradación de la falda de Montjuïc

La muerte de una mujer, que quedó calcinada al incendiarse la chabola en la que se refugiaba, en una zona verde situada en la confluencia del paseo de Montjuïc con la calle Nou de la Rambla, ha sacado a la luz el estado de degradación que sufre el sector del Poble Sec colindante con el parque de Montjuïc. Los vecinos llevan tiempo quejándose ante el Ayuntamiento de que, en lugar de zona verde, ante sus casas tienen un "nido de ratas y basura, frecuentado por toxicómanos". Ayer, el cuerpo de la mujer no pudo ser identificado.

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"Un día u otro tenía que pasar, y no porque los vecinos no lo hayamos advertido", aseguraban ayer dos jóvenes que viven en el paseo de Montjuïc y que divisan, desde el balcón de sus casas, el lamentable estado del solar, en donde se produjo en la madrugada del miércoles el fatal incendio. No era la primera vez que se prendía fuego entre los escombros amontonados -maderas, muebles viejos, residuos domésticos e incluso coches despeñados-, por lo que desde hacía tiempo los vecinos reclamaban con insistencia al Ayuntamiento la limpieza de la zona. Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía informaron de que la mujer, que presumiblemente era toxicómana o indigente, fue hallada totalmente calcinada sobre un colchón de espuma, en una barraca construida con maderas y plásticos. El fuego se declaró pasada la medianoche y prendió con gran rapidez quemando la chabola y unos 65 metros cuadrados de matorrales y monte bajo. Un total de 16 coches de bomberos se desplazaron hasta la zona y fueron advertidos por los vecinos de que en el interior de la barraca podría haber alguna persona. Cuando accedieron al interior de la construcción, los bomberos hallaron el cuerpo de la mujer, cuya identidad se desconocía ayer, ya que no llevaba encima ningún documento acreditativo. La policía ha iniciado una investigación para conocer la identidad de la víctima y esclarecer las circunstancias de su muerte. El responsable y los clientes de un bar situado justo delante del solar donde se produjo el incendio no se mostraban ayer sorprendidos por el suceso. "No es nada extraño. Esto es un nido de ratas y de chorizos", aseguraba el propietario del establecimiento. Un cliente explicó que a menudo los vecinos "han tenido que llamar al 061 [el teléfono de urgencias sanitarias] para que reanimaran a algún drogadicto que yacía en el suelo sin conocimiento". Los vecinos se quejan de que la policía ronda poco por la zona y ello les genera sensación de inseguridad. "Esta es la peor zona del barrio, aquí no vienen los políticos ni en campaña", aseguraba ayer un vecino. Hace un año, los presidentes de varias comunidades de vecinos del paseo de Montjuïc reclamaron por carta al concejal del distrito, Pere Alcober, una solución para acabar con el estado "tercermundista" del solar. El concejal no respondió, recordaba ayer María López, por lo que recurrieron, "a través del correo electrónico, a la sección de quejas del Ayuntamiento". "No tardaron en llegar unas grúas a limpiar la zona, pero al poco tiempo esto volvió a convertirse en un vertedero, cuando debería albergar un jardín y equipamientos públicos", afirma.

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