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Donde los Juegos no dejaron huella

La limpieza de cara que experimentó la ciudad con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 no alcanzó a la zona del Poble Sec que colinda con la montaña de Montjuïc, un barrio obrero con diminutas y envejecidas viviendas. En 1996, el Ayuntamiento impulsó la reforma y regeneración del sector con un programa de ayudas para la rehabilitación de viviendas. Pero uno de las principales problemas de la zona, la inexistencia de espacios verdes y equipamientos, sigue sin resolverse. En 1993, los vecinos del paseo de Montjuïc respiraron cuando el consistorio les prometió que ajardinaría los terrenos irregulares situados a lo largo de la calle, que ascienden montaña arriba y que los vecinos denominan la pastilla de la primavera. Se limpiaron algunos solares y se derribó parte de las barracas que los ocupaban. Hace años, el Ayuntamiento cedió a Bienestar Social, para la construcción de un geriátrico, el solar donde en la madrugada de ayer se produjo el trágico incendio. El proyecto no cuajó y el terreno fue cedido luego al Departamento de Sanidad para que construyera en él una Área Básica de Salud. Según fuentes de la coordinadora de entidades del barrio, Sanidad está trabajando en el proyecto y antes de fin de año podrían empezar las obras. La coordinadora sostiene que la nueva construcción constituye la ocasión definitiva para la rehabilitación de este polémico espacio. El centro sanitario se construirá justo al lado del refugio antiaéreo de la guerra civil localizado hace unos años por el Centro de Arqueología de Barcelona y que los vecinos quieren que se convierta en un lugar abierto al público.

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Una muerte en una chabola destapa la degradación de la falda de Montjuïc

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