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GUERRA EN YUGOSLAVIA El camino hacia la paz

La OTAN recrudece los bombardeos a la espera de una solución diplomática definitiva

Xavier Vidal-Folch

Tras el fracaso de las discusiones entre militares aliados y yugoslavos en Kumanovo en la madrugada de ayer, la OTAN acentuó la intensidad de sus ataques aéreos "para que Milosevic reflexione", al mismo tiempo que dejó abiertas las puertas a proseguir la discusión bilateral sobre los aspectos "técnicos" de la retirada serbia de Kosovo. El Comité Militar aprobó la primera fase del despliegue de la Kfor, la fuerza que protegerá el retorno de los kosovares. Y se abrió paso la hipótesis de la "simultaneidad" del acuerdo técnico-militar y la retirada serbia, la suspensión de los bombardeos y la resolución de la ONU.

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La delegación yugoslava presentó "propuestas inaceptables", según la Alianza, y poco después de las tres de la madrugada de ayer, las conversaciones entre militares se interrumpieron. Ambas partes dejaron en la tienda negociadora a delegaciones de bajo nivel, para evitar la sensación de ruptura total, que frustraría las expectativas de paz de las opiniones públicas. "Los faldones de la tienda siguen abiertos y los mapas sobre la mesa", dijo el portavoz aliado, Jamie Shea.Tras el fracaso, los ataques se recrudecieron inmediatamente, pero Bruselas sólo reconoció que "continúan", si bien los últimos son simbólicos. Los datos evidencian el recrudecimiento. De los 431 vuelos (95 de ellos de bombardeo) del día anterior, se pasó a 483, con 142 ataques directos, que destruyeron blindados y unidades artilleras. "Estamos preparados para golpearlos incluso mucho más fuerte de lo que hemos hecho hasta ahora", advirtió el portavoz militar, general Walter Jertz. "Incrementamos la presión para ayudar a que Milosevic se replantee su actitud", añadió Shea.

Explosiones en Belgrado

Durante los últimos días, los bombarderos habían respetado Belgrado y aunque aumentan sus blancos selectivamente -sólo objetivos militares, no estratégicos- su eficacia crece, pues la guerrilla del ELK hostiga más a las fuerzas serbias, les hace salir de sus escondrijos y exhibir flancos desnudos. Sin embargo, anoche las sirenas antiaéreas volvieron a sonar en la capital yugoslava y pudieron oírse seis explosiones, una de ellas muy cerca del centro de la ciudad, según France Presse. Los medios de comunicación locales informaron también de la muerte de tres civiles (otros cuatro resultaron heridos) por los bombardoes llevados a cabo por la OTAN en el este y el sur de Serbia.¿Por qué fracasó la primera ronda militar? Algunos diplomáticos apuntan la hipótesis de que jefes del Ejército yugoslavo han empezado a rebelarse contra el dictador, por considerar humillante el Acuerdo de Paz que firmó, y fraguan un golpe de palacio. Pero la tesis oficial mayoritaria sostenía que los militares de Kumanovo obedecieron a Milosevic, le consultaron y cumplieron su "estratagema" de obstruccionismo técnico para ganar tiempo y aparentar una auténtica negociación. Mientras, de paso, sus colegas destruían pruebas e incineraban cadáveres de las fosas comunes en Kosovo.

"No han aceptado la secuencia planteada por la OTAN: retirada de sus fuerzas, rápido despliegue de la Kfor y retorno de los refugiados", criticó el portavoz. Ayer, entre Bonn, Bruselas y Kumanovo, se abría paso la tesis de una difícil "simultaneidad" o "sincronización" entre el acuerdo técnico-militar, el inicio de la retirada, la suspensión de los bombardeos y la resolución de la ONU. Eso calmaría a los rusos (que pedían la pausa en los bombardeos antes de aprobarse la resolución del Consejo de Seguridad) y a Belgrado (Milosevic podría presentar a su opinión que se rindió a la ONU). De hecho, Belgrado exigía la aprobación el texto de la ONU previamente al despliegue de la Kfor, pero no como requisito anterior de la retirada de sus fuerzas.

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Y a la OTAN quizá no le importaría flexibilizar el calendario, mientras se asegurase de manera eficaz y rápida la verificación de la retirada serbia. Quizá por la vía de que la pausa en los ataques tuviese un límite temporal -el mismo de la verificación del inicio de la retirada- a partir del cual fuesen reactivados automáticamente en caso de incumplimiento.

De momento, el Comité Militar aprobó ayer el plan operativo para el despliegue de la Kfor en su primera fase (la llegada a Macedonia de los 48.000 soldados), dejando para después la segunda (la entrada en Kosovo, cuya aprobación coincidirá con la resolución de la ONU). Según fuentes diplomáticas, el plan prevé que la Kfor pueda detener a los sospechosos de haber cometido crímenes de guerra que estén buscados por el Tribunal Penal Internacional de La Haya, a imagen y semejanza del mandato de la Sfor en Bosnia.

El Consejo Atlántico, a la vista de que la suspensión de las conversaciones entre militares era un asunto más urgente, lo dejó para hoy mismo o mañana, en vez de aprobarlo ayer como estaba previsto.

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