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ELECCIONES 13-J Municipales

La dársena de la esperanza

La Margen Izquierda del Nervión espera reducir su 30% de paro gracias al nuevo puerto de Bilbao

La Margen Izquierda del Nervión, integrada por cuatro municipios y con una población cercana a los 240.000 habitantes, fue el motor de la industrialización vizcaína y un foco para los emigrantes del resto de España hasta hace 20 años. Hoy es un desierto industrial con una tasa de paro del 30%, la más alta de Euskadi, y soporta un éxodo imparable de jubilados a sus tierras de origen y de jóvenes desempleados en busca de un futuro mejor.En medio de este panorama, los alcaldes de la zona miran con esperanza la ampliación del puerto de Bilbao, en la que ya se han invertido 40.000 millones de pesetas de un presupuesto que se aproximará a los 100.000. Ven en este proyecto una tabla de salvación que se traducirá en riqueza y empleo tanto para la Margen Izquierda como para las cinco poblaciones de la cercana cuenca minera, con casi 35.000 habitantes.

"Con la ampliación, el puerto de Bilbao será un núcleo de generación de empleo para Santurtzi y toda la Margen Izquierda y la zona minera", explica Ramón Vega, teniente alcalde socialista de Santurtzi, donde se asientan la mayoría de las instalaciones portuarias. "Los vecinos de Santurtzi han sufrido desde principios de siglo las consecuencias del puerto, que ha provocado un detrimento de nuestra calidad de vida", asegura. Esta percepción, sin embargo, no ha propiciado un sentido exclusivista en Santurtzi, que defiende su ampliación como un "proyecto de revitalización para toda la Margen Izquierda". La escasa distancia entre los municipios de la Margen Izquierda y su pasado unido a los bastiones empresariales han dejado en esta zona un sentimiento arraigado de comarca. Con la desaparición de Altos Hornos de Vizcaya y la delicada situación que atraviesan históricas empresas como Naval de Sestao y Babcock & Wilcox, ahora pendiente de su privatización, este sentimiento de fraternidad intramunicipal ha crecido.

Pero, pese al optimismo que genera la ampliación del puerto en estos ayuntamientos, ni las instituciones ni la autoridad portuaria, que gestiona las instalaciones y ha sufragado con sus fondos las obras, saben cifrar cuánto empleo y riqueza traerá a la comarca el puerto ampliado en los próximos años. De momento, en la primera fase, que ha dado como resultado una nueva dársena de 1,5 kilómetros cuadrados, han participado 500 trabajadores.

El puerto de Bilbao es el segundo de España, una posición a la que ascendió en 1998. Con la ampliación prevista, que contempla la construcción de hasta 3,5 kilómetros cuadrados de instalaciones, está preparado para afrontar con seguridad el siglo XXI y convertirse en el puntal de la revitalización de la Margen Izquierda. Pero su éxito depende del Ministerio de Fomento, responsable del proyecto del túnel del Serantes. Este pasadizo, que garantizará la salida directa de las mercancías, todavía está en el papel.

"Sin el túnel del Serantes, el puerto se queda cojo", apunta Vega, quien añade que los ediles de la Margen Izquierda están "hartos" de oír hablar de proyectos. "Queremos que la Unión Europea, el Gobierno central, el vasco y la Diputación se impliquen en la revitalización de la zona", añade. Esta misma reivindicación llevó en noviembre al PSE, que gobierna en ocho de los nueve municipios de la comarca, a abandonar la comisión de revitalización. No obstante, tras unos meses de plante, han vuelto a trabajar codo con codo con el PNV.

Socialistas, nacionalistas y populares comparten el optimismo por la riqueza que generará el puerto de Bilbao. En las nuevas instalaciones se asentarán, entre otros proyectos, una terminal de mercancías, que ya ha comenzado Renfe, y una planta regasificadora que impulsan la multinacional norteamericana Amoco, Iberdrola, Eve y Repsol. Estas cuatro empresas invertirán 75.000 millones en la construcción de la planta, en la que trabajarán 2.000 personas y que contará con una plantilla de 100 trabajadores cuando entre en funcionamiento en el año 2002.

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